dbo:abstract
|
- En Cantabria existe un gran número de torres fortificadas que cumplían funciones de vivienda y defensa, y en su época fueron «numerosísimas». Estas construcciones, generalmente almenadas, fueron erigidas en su mayoría entre los siglos XIII y XV por familias hidalgas e influyeron notablemente en la arquitectura montañesa, pasando algunas a ser casas-fuertes, preludio de la futura casona montañesa. Un dato curioso es que no existen en la región torres circulares (a no ser en algunas iglesias), como sí ocurre en la vecina comunidad de Asturias. Actualmente la mayoría de este tipo de torres que siguen en pie o están en un estado deplorable de conservación o han sido tremendamente transformadas. Las torres y los castillos, que aparecen en los documentos medievales como castellum, fueron muy populares tanto como fortalezas como residencias de hidalgos, alcaldes y señores, y acabaron generalizándose en los valles bajos de Cantabria, construyéndose sobre las lomas y en los pueblos; uno de los mejores ejemplos de las torres urbanas que dieron lugar a poblaciones es la desaparecida Torre de la Vega, génesis de Torrelavega. Las torres defensivas de Cantabria, por sus características arquitectónicas, sólo pueden compararse con las de las Encartaciones, comarca de Vizcaya aledaña. (es)
- En Cantabria existe un gran número de torres fortificadas que cumplían funciones de vivienda y defensa, y en su época fueron «numerosísimas». Estas construcciones, generalmente almenadas, fueron erigidas en su mayoría entre los siglos XIII y XV por familias hidalgas e influyeron notablemente en la arquitectura montañesa, pasando algunas a ser casas-fuertes, preludio de la futura casona montañesa. Un dato curioso es que no existen en la región torres circulares (a no ser en algunas iglesias), como sí ocurre en la vecina comunidad de Asturias. Actualmente la mayoría de este tipo de torres que siguen en pie o están en un estado deplorable de conservación o han sido tremendamente transformadas. Las torres y los castillos, que aparecen en los documentos medievales como castellum, fueron muy populares tanto como fortalezas como residencias de hidalgos, alcaldes y señores, y acabaron generalizándose en los valles bajos de Cantabria, construyéndose sobre las lomas y en los pueblos; uno de los mejores ejemplos de las torres urbanas que dieron lugar a poblaciones es la desaparecida Torre de la Vega, génesis de Torrelavega. Las torres defensivas de Cantabria, por sus características arquitectónicas, sólo pueden compararse con las de las Encartaciones, comarca de Vizcaya aledaña. (es)
|
rdfs:comment
|
- En Cantabria existe un gran número de torres fortificadas que cumplían funciones de vivienda y defensa, y en su época fueron «numerosísimas». Estas construcciones, generalmente almenadas, fueron erigidas en su mayoría entre los siglos XIII y XV por familias hidalgas e influyeron notablemente en la arquitectura montañesa, pasando algunas a ser casas-fuertes, preludio de la futura casona montañesa. Un dato curioso es que no existen en la región torres circulares (a no ser en algunas iglesias), como sí ocurre en la vecina comunidad de Asturias. Actualmente la mayoría de este tipo de torres que siguen en pie o están en un estado deplorable de conservación o han sido tremendamente transformadas. (es)
- En Cantabria existe un gran número de torres fortificadas que cumplían funciones de vivienda y defensa, y en su época fueron «numerosísimas». Estas construcciones, generalmente almenadas, fueron erigidas en su mayoría entre los siglos XIII y XV por familias hidalgas e influyeron notablemente en la arquitectura montañesa, pasando algunas a ser casas-fuertes, preludio de la futura casona montañesa. Un dato curioso es que no existen en la región torres circulares (a no ser en algunas iglesias), como sí ocurre en la vecina comunidad de Asturias. Actualmente la mayoría de este tipo de torres que siguen en pie o están en un estado deplorable de conservación o han sido tremendamente transformadas. (es)
|