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- La teoría computacional de la mente o computacionalismo sostiene que la mente humana se puede concebir como un sistema de procesamiento de información muy similar en cuanto a su arquitectura interna o estructura interna, o incluso casi idéntico, al de una computadora digital. En otras palabras, sería cierta clase de computación desarrollada por un hardware autoconfigurable, —el cerebro—. Este punto de vista es habitual en la psicología cognitiva y uno de los fundamentos de la psicología evolutiva. El computacionalismo es una teoría funcionalista en filosofía de la mente que por razones metodológicas, concibe la mente como un y compara el pensamiento con un cálculo (en inglés, computation), o más precisamente, con la aplicación de un determinado sistema de reglas. Por computacionalismo, debe entenderse la teoría particularmente desarrollada por Hilary Putnam y Jerry Fodor, y no el cognoscitivismo en alguna de sus facetas. Este término 'computacionalismo' (en inglés: Computational theory ; en francés: Computationnalisme) fue propuesto por Hilary Putnam en 1961, y desarrollado por Jerry Fodor en los años 1960 y 1970. Este enfoque recibió un fuerte impulso y respaldo en los años 1980, en buena medida porque se correspondía bastante bien con la concepción chomskyana del lenguaje como aplicación de un conjunto de reglas, y también porque este modelo computacionalista estaba, según Fodor, implícitamente presupuesto en la ciencia cognitiva y en las investigaciones sobre inteligencia artificial. En lengua inglesa, computation hace referencia a lo que en español se denomina , es decir, a la noción que refiere a las posibles transformaciones de una señal de entrada en una señal de salida, a través de un determinado y bien definido algoritmo. El computacionalismo no es una tesis ontológica sobre la naturaleza del espíritu, ya que no pretende que todo pensamiento o toda manifestación mental pueda reducirse a un cálculo de este tipo, pues con esto se desea marcar o señalar, que es posible concebir que ciertas funciones del pensamiento trabajan y se estructuran sobre la base de este modelo, ya sea que se trate de funciones conscientes, o infraconscientes (como por ejemplo el proceso de la visión, según el enfoque de la neurociencia computacional, que fuera desarrollado por a principio de los años 1980 ). En términos de doctrina, el computacionalismo puede ser caracterizado como una síntesis o una fusión entre el realismo intencional y el fisicalismo. El realismo intencional o intencionalidad reafirma la existencia y la causalidad de los estados mentales, y toma en cuenta las actitudes proposicionales, es decir, la manera como un determinado sujeto se comporta y actúa respecto de una proposición (« yo creo que x », « yo pienso que p », etcétera). El segundo afirma que toda entidad existente es una entidad física. El computacionalismo se presenta así como la alternativa al , que rechaza la existencia de toda entidad mental. Dos polos o núcleos teóricos también fueron esenciales en la formación de la teoría computacionalista, a saber : (1) por una parte, el formalismo matemático desarrollado a principios del siglo XX, lo que en líneas generales permitió concebir la matemática como la manipulación de símbolos a partir de reglas formales (axiomática de Hilbert) ; (2) por otro lado, la y la máquina de Turing. Sobre la base de estos dos núcleos teóricos, es posible pasar de un planteamiento semántico a un simple planteamiento sintáctico-matemático, y de este último a la automatización, aunque siempre sin negar la existencia de la semántica en sí misma, es decir, del . El computacionalismo ha recibido numerosas críticas, en particular de John Searle, Hubert Dreyfus, y Roger Penrose, las que se centraban todas ellas en torno a la reducción del pensamiento y/o del entendimiento a la simple aplicación de un sistema de reglas. Hacia el fin de los años 1980, el computacionalismo compitió con un nuevo modelo cognitivo, el conexionismo, el cual se orienta a mostrar que puede describirse y explicarse el lenguaje del pensamiento sin requerir un mecanismo gobernado por un sistema de reglas, como lo hace el computacionalismo. (es)
- La teoría computacional de la mente o computacionalismo sostiene que la mente humana se puede concebir como un sistema de procesamiento de información muy similar en cuanto a su arquitectura interna o estructura interna, o incluso casi idéntico, al de una computadora digital. En otras palabras, sería cierta clase de computación desarrollada por un hardware autoconfigurable, —el cerebro—. Este punto de vista es habitual en la psicología cognitiva y uno de los fundamentos de la psicología evolutiva. El computacionalismo es una teoría funcionalista en filosofía de la mente que por razones metodológicas, concibe la mente como un y compara el pensamiento con un cálculo (en inglés, computation), o más precisamente, con la aplicación de un determinado sistema de reglas. Por computacionalismo, debe entenderse la teoría particularmente desarrollada por Hilary Putnam y Jerry Fodor, y no el cognoscitivismo en alguna de sus facetas. Este término 'computacionalismo' (en inglés: Computational theory ; en francés: Computationnalisme) fue propuesto por Hilary Putnam en 1961, y desarrollado por Jerry Fodor en los años 1960 y 1970. Este enfoque recibió un fuerte impulso y respaldo en los años 1980, en buena medida porque se correspondía bastante bien con la concepción chomskyana del lenguaje como aplicación de un conjunto de reglas, y también porque este modelo computacionalista estaba, según Fodor, implícitamente presupuesto en la ciencia cognitiva y en las investigaciones sobre inteligencia artificial. En lengua inglesa, computation hace referencia a lo que en español se denomina , es decir, a la noción que refiere a las posibles transformaciones de una señal de entrada en una señal de salida, a través de un determinado y bien definido algoritmo. El computacionalismo no es una tesis ontológica sobre la naturaleza del espíritu, ya que no pretende que todo pensamiento o toda manifestación mental pueda reducirse a un cálculo de este tipo, pues con esto se desea marcar o señalar, que es posible concebir que ciertas funciones del pensamiento trabajan y se estructuran sobre la base de este modelo, ya sea que se trate de funciones conscientes, o infraconscientes (como por ejemplo el proceso de la visión, según el enfoque de la neurociencia computacional, que fuera desarrollado por a principio de los años 1980 ). En términos de doctrina, el computacionalismo puede ser caracterizado como una síntesis o una fusión entre el realismo intencional y el fisicalismo. El realismo intencional o intencionalidad reafirma la existencia y la causalidad de los estados mentales, y toma en cuenta las actitudes proposicionales, es decir, la manera como un determinado sujeto se comporta y actúa respecto de una proposición (« yo creo que x », « yo pienso que p », etcétera). El segundo afirma que toda entidad existente es una entidad física. El computacionalismo se presenta así como la alternativa al , que rechaza la existencia de toda entidad mental. Dos polos o núcleos teóricos también fueron esenciales en la formación de la teoría computacionalista, a saber : (1) por una parte, el formalismo matemático desarrollado a principios del siglo XX, lo que en líneas generales permitió concebir la matemática como la manipulación de símbolos a partir de reglas formales (axiomática de Hilbert) ; (2) por otro lado, la y la máquina de Turing. Sobre la base de estos dos núcleos teóricos, es posible pasar de un planteamiento semántico a un simple planteamiento sintáctico-matemático, y de este último a la automatización, aunque siempre sin negar la existencia de la semántica en sí misma, es decir, del . El computacionalismo ha recibido numerosas críticas, en particular de John Searle, Hubert Dreyfus, y Roger Penrose, las que se centraban todas ellas en torno a la reducción del pensamiento y/o del entendimiento a la simple aplicación de un sistema de reglas. Hacia el fin de los años 1980, el computacionalismo compitió con un nuevo modelo cognitivo, el conexionismo, el cual se orienta a mostrar que puede describirse y explicarse el lenguaje del pensamiento sin requerir un mecanismo gobernado por un sistema de reglas, como lo hace el computacionalismo. (es)
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