El retrato helenístico es uno de los más importantes desarrollos del arte griego antiguo. En la época helenística se dio una notable producción de retratos fisionómicos (los que reproducen las facciones reales del retratado) en los que también se buscaba la penetración psicológica. Fundamentalmente fueron esculturas (muchas de las cuales se han conservado, bien los originales, bien copias de época romana), aunque también hubo pinturas (perdidas prácticamente en su totalidad). Desde la Antigüedad, la fuente literaria principal para el tema es la obra de Plinio el Viejo.​

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  • El retrato helenístico es uno de los más importantes desarrollos del arte griego antiguo. En la época helenística se dio una notable producción de retratos fisionómicos (los que reproducen las facciones reales del retratado) en los que también se buscaba la penetración psicológica. Fundamentalmente fueron esculturas (muchas de las cuales se han conservado, bien los originales, bien copias de época romana), aunque también hubo pinturas (perdidas prácticamente en su totalidad). Desde la Antigüedad, la fuente literaria principal para el tema es la obra de Plinio el Viejo.​ Aunque la idea de retrato fisonómico como alternativa a la representación de una figura ideal (realismo en el arte frente a idealismo en el arte) surge en Grecia a finales del siglo VI (grupo escultórico de los tiranicidas Harmodio y Aristogitón), y continúa en algunas obras del siglo V (incluyendo el polémico autorretrato de Fidias) y el IV, sobre todo en la Atenas entre 380 y 330 a. C. (donde se levantaron monumentos a personajes célebres del pasado, de facciones individualizadas, pero imaginadas), el concepto es mucho más propio de la escultura helenística, sobre todo fuera de Atenas, donde se impone un dramatismo expresivo.​ La técnica del retrato helenístico fue atribuida por Plinio el Viejo a Lisístrato de Sición, hermano de Lisipo, quien habría por primera vez sacado sobre su propio rostro un molde en yeso que luego, pasado a cera, retocó hasta obtener la mayor perfección en el parecido, que se podía pasar al bronce.​ Las obras así creadas tenían tanto corrección formal como compositiva según el gusto helenístico, que aceptaba los aspectos característicos de los cuerpos de hombres y mujeres, niños y ancianos reales, que nunca tienen todos los rasgos de la "belleza ideal" clásica, incluyendo las imperfecciones y deformidades o los rasgos inmaduros o seniles. Hasta el siglo IV a. C. la creación de efigies se valía de trazos somáticos idealizados, considerados retratos "tipológicos" (donde se reconocen algunos atributos de la categoría de los individuos). Predominaba en ellos la función colectiva del arte, al servicio de la polis antes que del individuo, lo que llevaba a prohibir la exposición pública de imágenes "privadas", consintiendo únicamente las explícitamente aprobadas de hombres considerados ilustres. Hasta el tardo-helenismo la estatuaria griega usó solo figuras de , o como mucho en épocas tardías o áreas periféricas, la media figura, sobre todo en el ámbito funerario. Las que han llegado hasta la época moderna son fruto de las copias romanas, dado que esta tipología era muy demandada entre romanos e itálicos en general. También se copiaban las cabezas sobre hermas a partir de esculturas de cuerpo entero. (es)
  • El retrato helenístico es uno de los más importantes desarrollos del arte griego antiguo. En la época helenística se dio una notable producción de retratos fisionómicos (los que reproducen las facciones reales del retratado) en los que también se buscaba la penetración psicológica. Fundamentalmente fueron esculturas (muchas de las cuales se han conservado, bien los originales, bien copias de época romana), aunque también hubo pinturas (perdidas prácticamente en su totalidad). Desde la Antigüedad, la fuente literaria principal para el tema es la obra de Plinio el Viejo.​ Aunque la idea de retrato fisonómico como alternativa a la representación de una figura ideal (realismo en el arte frente a idealismo en el arte) surge en Grecia a finales del siglo VI (grupo escultórico de los tiranicidas Harmodio y Aristogitón), y continúa en algunas obras del siglo V (incluyendo el polémico autorretrato de Fidias) y el IV, sobre todo en la Atenas entre 380 y 330 a. C. (donde se levantaron monumentos a personajes célebres del pasado, de facciones individualizadas, pero imaginadas), el concepto es mucho más propio de la escultura helenística, sobre todo fuera de Atenas, donde se impone un dramatismo expresivo.​ La técnica del retrato helenístico fue atribuida por Plinio el Viejo a Lisístrato de Sición, hermano de Lisipo, quien habría por primera vez sacado sobre su propio rostro un molde en yeso que luego, pasado a cera, retocó hasta obtener la mayor perfección en el parecido, que se podía pasar al bronce.​ Las obras así creadas tenían tanto corrección formal como compositiva según el gusto helenístico, que aceptaba los aspectos característicos de los cuerpos de hombres y mujeres, niños y ancianos reales, que nunca tienen todos los rasgos de la "belleza ideal" clásica, incluyendo las imperfecciones y deformidades o los rasgos inmaduros o seniles. Hasta el siglo IV a. C. la creación de efigies se valía de trazos somáticos idealizados, considerados retratos "tipológicos" (donde se reconocen algunos atributos de la categoría de los individuos). Predominaba en ellos la función colectiva del arte, al servicio de la polis antes que del individuo, lo que llevaba a prohibir la exposición pública de imágenes "privadas", consintiendo únicamente las explícitamente aprobadas de hombres considerados ilustres. Hasta el tardo-helenismo la estatuaria griega usó solo figuras de , o como mucho en épocas tardías o áreas periféricas, la media figura, sobre todo en el ámbito funerario. Las que han llegado hasta la época moderna son fruto de las copias romanas, dado que esta tipología era muy demandada entre romanos e itálicos en general. También se copiaban las cabezas sobre hermas a partir de esculturas de cuerpo entero. (es)
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  • El retrato helenístico es uno de los más importantes desarrollos del arte griego antiguo. En la época helenística se dio una notable producción de retratos fisionómicos (los que reproducen las facciones reales del retratado) en los que también se buscaba la penetración psicológica. Fundamentalmente fueron esculturas (muchas de las cuales se han conservado, bien los originales, bien copias de época romana), aunque también hubo pinturas (perdidas prácticamente en su totalidad). Desde la Antigüedad, la fuente literaria principal para el tema es la obra de Plinio el Viejo.​ (es)
  • El retrato helenístico es uno de los más importantes desarrollos del arte griego antiguo. En la época helenística se dio una notable producción de retratos fisionómicos (los que reproducen las facciones reales del retratado) en los que también se buscaba la penetración psicológica. Fundamentalmente fueron esculturas (muchas de las cuales se han conservado, bien los originales, bien copias de época romana), aunque también hubo pinturas (perdidas prácticamente en su totalidad). Desde la Antigüedad, la fuente literaria principal para el tema es la obra de Plinio el Viejo.​ (es)
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  • Retrato helenístico (es)
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