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- El referéndum para decidir si Escocia debería ser un país independiente tuvo lugar el 18 de septiembre de 2014. Fue convocado a raíz de un acuerdo entre los gobiernos escocés y del Reino Unido, por el que se establecieron las bases para un referéndum sobre la independencia escocesa. La decisión fue aprobada por el Parlamento de Escocia en noviembre de 2013. La pregunta del referéndum, siguiendo las recomendaciones de la Comisión Electoral del Reino Unido, fue: «¿Debería Escocia ser un país independiente? Sí o No». Para aprobarse la propuesta de la independencia, los resultados del referéndum requerían de una mayoría simple. Con algunas excepciones, todos los ciudadanos de la Unión Europea o de la Mancomunidad de Naciones residentes en Escocia de 16 o más años podían votar, un total de unos 4,3 millones de personas. Los escoceses no residentes en Escocia no tenían derecho a voto. La agrupación política Yes Scotland (‘Sí Escocia’) fue la principal representante de la campaña por el «Sí» y la agrupación Better Together (‘Mejor Juntos’) fue su contraparte por el «No». Finalmente, el «No» a la independencia se impuso con el 55,3 % de los votos, frente al 44,7 % de los partidarios por la secesión. Hubo una participación de 84,6 %, inusualmente alta para una consulta en Escocia. Los principales temas de debate en torno al referéndum fueron la economía escocesa, el mantenimiento de la libra esterlina como moneda, la defensa de las islas Británicas —incluyendo el manejo de las armas nucleares—, las relaciones entre Escocia y sus vecinos y la afiliación con organizaciones internacionales como la Unión Europea, la OTAN y la Mancomunidad de Naciones. Asimismo, se abogaba por el mantenimiento de la monarquía al modo de otros miembros de la Commonwealth (Canadá, Australia, Nueva Zelanda, etc.). El Ministro Principal de Escocia, Alex Salmond, y su Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas inglesas) estuvieron a favor de la campaña independentista. El primer ministro británico, David Cameron, y la mayoría de los otros partidos políticos del resto de Reino Unido estuvieron a favor de la continuación de la unión entre Escocia y el Estado británico. (es)
- El referéndum para decidir si Escocia debería ser un país independiente tuvo lugar el 18 de septiembre de 2014. Fue convocado a raíz de un acuerdo entre los gobiernos escocés y del Reino Unido, por el que se establecieron las bases para un referéndum sobre la independencia escocesa. La decisión fue aprobada por el Parlamento de Escocia en noviembre de 2013. La pregunta del referéndum, siguiendo las recomendaciones de la Comisión Electoral del Reino Unido, fue: «¿Debería Escocia ser un país independiente? Sí o No». Para aprobarse la propuesta de la independencia, los resultados del referéndum requerían de una mayoría simple. Con algunas excepciones, todos los ciudadanos de la Unión Europea o de la Mancomunidad de Naciones residentes en Escocia de 16 o más años podían votar, un total de unos 4,3 millones de personas. Los escoceses no residentes en Escocia no tenían derecho a voto. La agrupación política Yes Scotland (‘Sí Escocia’) fue la principal representante de la campaña por el «Sí» y la agrupación Better Together (‘Mejor Juntos’) fue su contraparte por el «No». Finalmente, el «No» a la independencia se impuso con el 55,3 % de los votos, frente al 44,7 % de los partidarios por la secesión. Hubo una participación de 84,6 %, inusualmente alta para una consulta en Escocia. Los principales temas de debate en torno al referéndum fueron la economía escocesa, el mantenimiento de la libra esterlina como moneda, la defensa de las islas Británicas —incluyendo el manejo de las armas nucleares—, las relaciones entre Escocia y sus vecinos y la afiliación con organizaciones internacionales como la Unión Europea, la OTAN y la Mancomunidad de Naciones. Asimismo, se abogaba por el mantenimiento de la monarquía al modo de otros miembros de la Commonwealth (Canadá, Australia, Nueva Zelanda, etc.). El Ministro Principal de Escocia, Alex Salmond, y su Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas inglesas) estuvieron a favor de la campaña independentista. El primer ministro británico, David Cameron, y la mayoría de los otros partidos políticos del resto de Reino Unido estuvieron a favor de la continuación de la unión entre Escocia y el Estado británico. (es)
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