La Nueva ola rumana (en rumano, Noul val românesc) es una corriente cinematográfica que surgió en Rumania hacia 2004, cuando el corto Trafic, dirigido por , ganó la Palma de Oro al mejor cortometraje. Desde entonces, ese término general engloba una nueva era en el cine rumano en la que han aparecido numerosas películas de calidad reconocida a nivel internacional.