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- Los grupos políticos de la Revolución francesa no fueron partidos políticos en el sentido posterior del término o grupos parlamentarios definidos como los del contemporáneo parlamentarismo británico (que funcionaba desde finales del siglo XVII mediante la alternancia de whigs y tories); sino clubes que no demandaban exclusividad en la pertenencia (era habitual acudir a varios de ellos). De hecho, la misma existencia de instituciones semejantes era contraria al espíritu individualista de la legislación sobre asociaciones (Ley Le Chapelier, 1791). En la sesión de la Asamblea Nacional Constituyente del 29 de septiembre de 1791 se produjo este significativo intercambio de opiniones entre Isaac Le Chapelier y Maximilien Robespierre: Nous allons vous entretenir de ces sociétés que l'enthousiasme pour la liberté a formées (…) Mais, comme toutes les institutions spontanées que les motifs les plus purs concourent à former, et qui bientôt sont écartées de leur but (…) ces sociétés populaires ont pris une espèce d'existence politiques qu'elles ne doivent pas avoir. Tandis que la Révolution a duré, cet ordre de choses a presque toujours été plus utile que nuisible (…) Mais lorsque la Révolution est terminée (…) il faut pour le salut de cette Constitution que tout rentre dans l'ordre le plus parfait. "Vamos a hablaros de esas sociedades que el entusiasmo por la libertad ha formado... Pero, como todas las instituciones espontáneas que los motivos más puros concurren a formar, y que bien pronto se desvían de su fin... estas sociedades populares han tomado una especie de existencia política que no deben tener. Mientras duró la Revolución, ese orden de cosas fue casi siempre más útil que perjudicial... Pero ahora que la Revolución ha terminado... hace falta para la salud de esta Constitución que todo vuelva al orden más perfecto." Détruisez-les et vous aurez ôté à la corruption le frein le plus puissant "Destruidlas y habreis eliminado el freno más potente a la corrupción" En estos clubs se debatían ideas políticas y, en su caso, se inspiraban las decisiones que debían tomarse por aquellos de sus miembros que pertenecían a las instituciones de poder, entre las que destacaban las sucesivas formas de organizarse el cuerpo legislativo durante la Revolución (Estados Generales -desde el 5 de mayo de 1789-, Asamblea Nacional -del 17 de junio al 9 de julio de 1789-, Asamblea Nacional Constituyente -del 9 de julio de 1789 al 30 de septiembre de 1791-, -del 1 de octubre de 1791 al 21 de septiembre de 1792- o Convención Nacional -del 20 de septiembre de 1792 al 26 de octubre de 1795, desde esa fecha el Directorio estableció un sistema bicameral con un Consejo de los Quinientos y un Consejo de los Ancianos-), el Ayuntamiento de París (Commune) y algunas otras de existencia breve, pero decisivas (el Comité de Salvación Pública, durante la fase más radical, y el Consulado, en la fase final que conduce al Imperio napoleónico). Fueron extraordinariamente influyentes las tertulias políticas que se habían originado en los salones de damas de la aristocracia y en establecimientos hosteleros (cafés como el Procope), ambos considerados como actividades sociales de moda en el siglo XVIII. Concretamente, el salón de madame de Pompadour había servido en las décadas centrales del siglo XVIII como aglutinante del denominado parti philosophique (ilustrados críticos con las "supersticiones" y los "privilegios"), ferozmente enfrentado al denominado (ultra-católicos y defensores de la tradición). Mucho más decisivo fue el nacimiento de la , una verdadera explosión de libertad de expresión que se inició con la convocatoria de los Estados Generales de 1789: los cahiers de doléances ("cuadernos de quejas" -recopilación de peticiones con motivo de la convocatoria-), panfletos como el trascendental Qu'est-ce que le Tiers État? ("¿Qué es el Tercer Estado?") de Sieyès, y por último el establecimiento de periódicos en torno a los cuales se fue formando la opinión pública (, Le Vieux Cordelier, , , Le Père Duchesne, , , etc.) La forma de elección de los representantes que acudieron a los Estados Generales determinó la formación de dos bandos opuestos, que no tenían ningún tipo de organización formal como partidos, pero que quedaban claramente identificados por las opiniones manifestadas por los candidatos en su campaña electoral y, tras ser elegidos, por su alineamiento en las sucesivas ocasiones en que hubieron de tomar decisiones determinantes: los aristocrates ("aristócratas", la mayor parte de los elegidos por el estado nobiliario y una mayoría de los del clero; defensores del Antiguo Régimen) y los patriotes ("patriotas", la práctica totalidad de los elegidos por el Tercer Estado -burgueses, pues ni los campesinos ni la gente pobre de las ciudades consideraba siquiera presentarse-, un número no pequeño de elegidos por el clero e incluso algunos nobles; que se identificaban con el nuevo concepto de nación francesa y con las ideas políticas revolucionarias que se habían gestado en la intelectualidad ilustrada y enciclopedista -philosophes o parti philosophique-). Las denominaciones de algunos de los clubes políticos más significativos se correspondían con los lugares donde se reunían, que paradójicamente les impusieron nombres que evocaban a órdenes religiosas (jacobins -"jacobinos", por el convento dominico de la Rue de St. Jacques o "Calle de Santiago"-, cordeliers -"cordeleros", por el distrito de París donde se encontraba el convento de los Cordeliers, nombre vulgar tradicional de los franciscanos, que significativamente eran conocidos por su rivalidad secular con los dominicos-, feuillants -por el nombre vulgar tradicional de una rama de los cistercienses-). Las de otros provenían del gentilicio de la zona de procedencia de sus componentes iniciales ( - "bretones", de la región histórica de Bretaña- ; girondins - "girondinos", de la Gironda, uno de los departamentos recientemente creados-). Algunos grupos (no tanto clubes sino facciones) recibían su nombre del líder al que seguían ( -por La Fayette-, orléanistes -por Felipe de Orleans-, brissotins -por Brissot-, dantonistes -por Danton-, -por Robespierre-, hébertistes -por Hébert-, -por Babeuf-, -por Marat-, etc.) Por último, hubo orientaciones políticas que se identificaban por las fechas simbólicas de hechos destacados de la revolución, fueran años (quatre-vingt-neuf -1789-) meses (septembriseurs -por las masacres de septiembre de 1792-, thermidoriens -por el golpe de estado contra Robespierre de thermidor del año III, julio de 1794-) o días (14 juilliet -14 de julio de 1789, toma de la Bastilla-, 10 août -10 de agosto de 1792, -, 31 mai -31 de mayo de 1793, -, 18 brumaire -18 de brumario del año VIII, 9 de noviembre de 1799, golpe de estado de Napoleón contra el Directorio-). Fue durante la Revolución francesa que comenzó a usarse la ubicación en el espectro político, denominando droite ("derecha") a los partidarios de conservar el estado previo de la organización política, social y económica (el Antiguo Régimen) y gauche ("izquierda") a los partidarios de transformaciones rápidas, radicales y violentas (la Revolución). Ese uso deriva del hecho de que en la reunión de la Asamblea Nacional del 28 de agosto de 1789, cuando se debatían las funciones que se reservaban al rey en la monarquía del Nuevo Régimen, los partidarios de dotarle de poderes decisorios (a través del veto) se sentaron a la derecha, y los contrarios se sentaron a la izquierda. Los puestos que habían ocupado los diputados de los Estados Generales se establecían hasta entonces protocolariamente por brazos estamentales: nobleza a la izquierda del rey, clero a la derecha, y Tercer Estado de frente. La forma de sentarse en las distintas asambleas respondió a otros esquemas: los diputados más radicales se sentaban en la zona superior, y eran llamados la Montaigne ("la Montaña") o montagnards ("montañeses"), lo que, además de indicar una referencia espacial en la cámara, permitía interpretaciones ridiculizantes por su simbolismo bíblico (se comparaban sus intervenciones con las de Dios en el Monte Sinaí). A la mayoría de diputados (unos cuatrocientos), que se sentaban en la parte baja de la cámara, cuya postura política no estaba determinada y oscilaban entre jacobinos y girondinos, se les denominaba la Plaine o ("la Llanura" o "el Pantano"). Incluso la vestimenta fue utilizada para la identificación de las sensibilidades políticas y las clases (u opciones) sociales. Además del uso de adornos con simbolismo evidente (la escarapela tricolor bleu-blanc-rouge -"azul, blanca y roja"- y el gorro frigio), se prestaba atención a toda clase de ropa: los sans culottes ("sin calzones") vestían pantalones y carmañolas en vez de las calzas cortas y ajustadas y las casacas tradicionales; ("los increíbles y las maravillosas") se esforzaban por deslumbrar con prendas lujosas y extravagantes y usar aromas caros, rasgo que llevó a denominar a un grupo como (de musc y noix de muscade -almizcle y nuez moscada-).
* Una pareja sans-culotte (grabado del siglo XIX que hace referencia a los sucesos del 10 de agosto de 1792).
* Una pareja incroyable et merveilleuse en 1794. (es)
- Los grupos políticos de la Revolución francesa no fueron partidos políticos en el sentido posterior del término o grupos parlamentarios definidos como los del contemporáneo parlamentarismo británico (que funcionaba desde finales del siglo XVII mediante la alternancia de whigs y tories); sino clubes que no demandaban exclusividad en la pertenencia (era habitual acudir a varios de ellos). De hecho, la misma existencia de instituciones semejantes era contraria al espíritu individualista de la legislación sobre asociaciones (Ley Le Chapelier, 1791). En la sesión de la Asamblea Nacional Constituyente del 29 de septiembre de 1791 se produjo este significativo intercambio de opiniones entre Isaac Le Chapelier y Maximilien Robespierre: Nous allons vous entretenir de ces sociétés que l'enthousiasme pour la liberté a formées (…) Mais, comme toutes les institutions spontanées que les motifs les plus purs concourent à former, et qui bientôt sont écartées de leur but (…) ces sociétés populaires ont pris une espèce d'existence politiques qu'elles ne doivent pas avoir. Tandis que la Révolution a duré, cet ordre de choses a presque toujours été plus utile que nuisible (…) Mais lorsque la Révolution est terminée (…) il faut pour le salut de cette Constitution que tout rentre dans l'ordre le plus parfait. "Vamos a hablaros de esas sociedades que el entusiasmo por la libertad ha formado... Pero, como todas las instituciones espontáneas que los motivos más puros concurren a formar, y que bien pronto se desvían de su fin... estas sociedades populares han tomado una especie de existencia política que no deben tener. Mientras duró la Revolución, ese orden de cosas fue casi siempre más útil que perjudicial... Pero ahora que la Revolución ha terminado... hace falta para la salud de esta Constitución que todo vuelva al orden más perfecto." Détruisez-les et vous aurez ôté à la corruption le frein le plus puissant "Destruidlas y habreis eliminado el freno más potente a la corrupción" En estos clubs se debatían ideas políticas y, en su caso, se inspiraban las decisiones que debían tomarse por aquellos de sus miembros que pertenecían a las instituciones de poder, entre las que destacaban las sucesivas formas de organizarse el cuerpo legislativo durante la Revolución (Estados Generales -desde el 5 de mayo de 1789-, Asamblea Nacional -del 17 de junio al 9 de julio de 1789-, Asamblea Nacional Constituyente -del 9 de julio de 1789 al 30 de septiembre de 1791-, -del 1 de octubre de 1791 al 21 de septiembre de 1792- o Convención Nacional -del 20 de septiembre de 1792 al 26 de octubre de 1795, desde esa fecha el Directorio estableció un sistema bicameral con un Consejo de los Quinientos y un Consejo de los Ancianos-), el Ayuntamiento de París (Commune) y algunas otras de existencia breve, pero decisivas (el Comité de Salvación Pública, durante la fase más radical, y el Consulado, en la fase final que conduce al Imperio napoleónico). Fueron extraordinariamente influyentes las tertulias políticas que se habían originado en los salones de damas de la aristocracia y en establecimientos hosteleros (cafés como el Procope), ambos considerados como actividades sociales de moda en el siglo XVIII. Concretamente, el salón de madame de Pompadour había servido en las décadas centrales del siglo XVIII como aglutinante del denominado parti philosophique (ilustrados críticos con las "supersticiones" y los "privilegios"), ferozmente enfrentado al denominado (ultra-católicos y defensores de la tradición). Mucho más decisivo fue el nacimiento de la , una verdadera explosión de libertad de expresión que se inició con la convocatoria de los Estados Generales de 1789: los cahiers de doléances ("cuadernos de quejas" -recopilación de peticiones con motivo de la convocatoria-), panfletos como el trascendental Qu'est-ce que le Tiers État? ("¿Qué es el Tercer Estado?") de Sieyès, y por último el establecimiento de periódicos en torno a los cuales se fue formando la opinión pública (, Le Vieux Cordelier, , , Le Père Duchesne, , , etc.) La forma de elección de los representantes que acudieron a los Estados Generales determinó la formación de dos bandos opuestos, que no tenían ningún tipo de organización formal como partidos, pero que quedaban claramente identificados por las opiniones manifestadas por los candidatos en su campaña electoral y, tras ser elegidos, por su alineamiento en las sucesivas ocasiones en que hubieron de tomar decisiones determinantes: los aristocrates ("aristócratas", la mayor parte de los elegidos por el estado nobiliario y una mayoría de los del clero; defensores del Antiguo Régimen) y los patriotes ("patriotas", la práctica totalidad de los elegidos por el Tercer Estado -burgueses, pues ni los campesinos ni la gente pobre de las ciudades consideraba siquiera presentarse-, un número no pequeño de elegidos por el clero e incluso algunos nobles; que se identificaban con el nuevo concepto de nación francesa y con las ideas políticas revolucionarias que se habían gestado en la intelectualidad ilustrada y enciclopedista -philosophes o parti philosophique-). Las denominaciones de algunos de los clubes políticos más significativos se correspondían con los lugares donde se reunían, que paradójicamente les impusieron nombres que evocaban a órdenes religiosas (jacobins -"jacobinos", por el convento dominico de la Rue de St. Jacques o "Calle de Santiago"-, cordeliers -"cordeleros", por el distrito de París donde se encontraba el convento de los Cordeliers, nombre vulgar tradicional de los franciscanos, que significativamente eran conocidos por su rivalidad secular con los dominicos-, feuillants -por el nombre vulgar tradicional de una rama de los cistercienses-). Las de otros provenían del gentilicio de la zona de procedencia de sus componentes iniciales ( - "bretones", de la región histórica de Bretaña- ; girondins - "girondinos", de la Gironda, uno de los departamentos recientemente creados-). Algunos grupos (no tanto clubes sino facciones) recibían su nombre del líder al que seguían ( -por La Fayette-, orléanistes -por Felipe de Orleans-, brissotins -por Brissot-, dantonistes -por Danton-, -por Robespierre-, hébertistes -por Hébert-, -por Babeuf-, -por Marat-, etc.) Por último, hubo orientaciones políticas que se identificaban por las fechas simbólicas de hechos destacados de la revolución, fueran años (quatre-vingt-neuf -1789-) meses (septembriseurs -por las masacres de septiembre de 1792-, thermidoriens -por el golpe de estado contra Robespierre de thermidor del año III, julio de 1794-) o días (14 juilliet -14 de julio de 1789, toma de la Bastilla-, 10 août -10 de agosto de 1792, -, 31 mai -31 de mayo de 1793, -, 18 brumaire -18 de brumario del año VIII, 9 de noviembre de 1799, golpe de estado de Napoleón contra el Directorio-). Fue durante la Revolución francesa que comenzó a usarse la ubicación en el espectro político, denominando droite ("derecha") a los partidarios de conservar el estado previo de la organización política, social y económica (el Antiguo Régimen) y gauche ("izquierda") a los partidarios de transformaciones rápidas, radicales y violentas (la Revolución). Ese uso deriva del hecho de que en la reunión de la Asamblea Nacional del 28 de agosto de 1789, cuando se debatían las funciones que se reservaban al rey en la monarquía del Nuevo Régimen, los partidarios de dotarle de poderes decisorios (a través del veto) se sentaron a la derecha, y los contrarios se sentaron a la izquierda. Los puestos que habían ocupado los diputados de los Estados Generales se establecían hasta entonces protocolariamente por brazos estamentales: nobleza a la izquierda del rey, clero a la derecha, y Tercer Estado de frente. La forma de sentarse en las distintas asambleas respondió a otros esquemas: los diputados más radicales se sentaban en la zona superior, y eran llamados la Montaigne ("la Montaña") o montagnards ("montañeses"), lo que, además de indicar una referencia espacial en la cámara, permitía interpretaciones ridiculizantes por su simbolismo bíblico (se comparaban sus intervenciones con las de Dios en el Monte Sinaí). A la mayoría de diputados (unos cuatrocientos), que se sentaban en la parte baja de la cámara, cuya postura política no estaba determinada y oscilaban entre jacobinos y girondinos, se les denominaba la Plaine o ("la Llanura" o "el Pantano"). Incluso la vestimenta fue utilizada para la identificación de las sensibilidades políticas y las clases (u opciones) sociales. Además del uso de adornos con simbolismo evidente (la escarapela tricolor bleu-blanc-rouge -"azul, blanca y roja"- y el gorro frigio), se prestaba atención a toda clase de ropa: los sans culottes ("sin calzones") vestían pantalones y carmañolas en vez de las calzas cortas y ajustadas y las casacas tradicionales; ("los increíbles y las maravillosas") se esforzaban por deslumbrar con prendas lujosas y extravagantes y usar aromas caros, rasgo que llevó a denominar a un grupo como (de musc y noix de muscade -almizcle y nuez moscada-).
* Una pareja sans-culotte (grabado del siglo XIX que hace referencia a los sucesos del 10 de agosto de 1792).
* Una pareja incroyable et merveilleuse en 1794. (es)
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