De acuerdo con la teoría feminista así como con los estudios de género, el esencialismo de género es la atribución de una cualidad fija a las mujeres.​ Se da por sentado que la naturaleza es universal y se identifica normalmente con aquellas características consideradas a su vez como únicamente femeninas.​ Estas ideas de feminidad se suelen mezclar en el campo biológico junto con ciertas características psicológicas, como el cuidado alimentario, la empatía, el apoyo o afecto, la no competitividad, etc.​ En 1995, , teórica feminista, publica el libro Space, time and perversion: essays on the politics bodies, en el que argumenta que «el esencialismo supone la creencia de que las mujeres comparten desde el principio de los tiempos características definidas como "esencia o naturaleza de mujer"

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  • De acuerdo con la teoría feminista así como con los estudios de género, el esencialismo de género es la atribución de una cualidad fija a las mujeres.​ Se da por sentado que la naturaleza es universal y se identifica normalmente con aquellas características consideradas a su vez como únicamente femeninas.​ Estas ideas de feminidad se suelen mezclar en el campo biológico junto con ciertas características psicológicas, como el cuidado alimentario, la empatía, el apoyo o afecto, la no competitividad, etc.​ En 1995, , teórica feminista, publica el libro Space, time and perversion: essays on the politics bodies, en el que argumenta que «el esencialismo supone la creencia de que las mujeres comparten desde el principio de los tiempos características definidas como "esencia o naturaleza de mujer". Ello implica una restricción de las posibilidades que existen para cambiar, pues no es posible para una mujer actuar de manera contraria a su esencia, ya que en su naturaleza subyacen todas las variaciones aparentes que diferencian a las mujeres entre sí. Por ello, el esencialismo trata de la existencia de un rasgo fijo, cuyos atributos se han impuesto y cuyas actividades ahistóricas limitan las posibilidades de cambio y, por consiguiente, de reorganización de la sociedad».​ Por otra parte, el «biologismo» es una forma particular de esencialismo que define la naturaleza de las mujeres en relación con sus capacidades biológicas.​ Esta forma de esencialismo se basa en una forma de reduccionismo, esto es, que los factores sociales y culturales son los efectos de las causas biológicas.​ El reduccionismo biológico sostiene que las diferencias anatómicas y psicológicas (especialmente aquellas que se refieren a las reproductivas), propias de los varones y de las mujeres, determinan tanto el significado de masculinidad y feminidad como los diferentes roles de los varones y de las mujeres en la sociedad.​ El «biologismo» utiliza las funciones de reproducción, alimentación, neurología, neurofisiología y endocrinología para limitar las posibilidades sociales y psicológicas de las mujeres de acuerdo con unos límites biológicos establecidos.​ Esta disciplina afirma que la ciencia de la biología constituye una definición inmutable de identidad, la cual equivale a una forma social de contención de la mujer.​ El naturalismo también forma parte del sistema del esencialismo donde se propone una naturaleza fija a las mujeres a través de medios de base teológica u ontológica más que biológica. Un ejemplo de ello podría ser la afirmación de que la naturaleza de la mujer es un atributo otorgado por Dios, o las invariantes ontológicas en el existencialismo de Sartre o en el psicoanálisis de Freud que distinguen los sexos basándose en el hecho de que «el sujeto humano es de alguna forma libre o de que la posición social del sujeto es una función de su morfología genital (tanto para el varón como para la mujer)».​ Estos sistemas se utilizan para homogeneizar a las mujeres en una única categoría y para reforzar la idea de una oposición varón-mujer.​ (es)
  • De acuerdo con la teoría feminista así como con los estudios de género, el esencialismo de género es la atribución de una cualidad fija a las mujeres.​ Se da por sentado que la naturaleza es universal y se identifica normalmente con aquellas características consideradas a su vez como únicamente femeninas.​ Estas ideas de feminidad se suelen mezclar en el campo biológico junto con ciertas características psicológicas, como el cuidado alimentario, la empatía, el apoyo o afecto, la no competitividad, etc.​ En 1995, , teórica feminista, publica el libro Space, time and perversion: essays on the politics bodies, en el que argumenta que «el esencialismo supone la creencia de que las mujeres comparten desde el principio de los tiempos características definidas como "esencia o naturaleza de mujer". Ello implica una restricción de las posibilidades que existen para cambiar, pues no es posible para una mujer actuar de manera contraria a su esencia, ya que en su naturaleza subyacen todas las variaciones aparentes que diferencian a las mujeres entre sí. Por ello, el esencialismo trata de la existencia de un rasgo fijo, cuyos atributos se han impuesto y cuyas actividades ahistóricas limitan las posibilidades de cambio y, por consiguiente, de reorganización de la sociedad».​ Por otra parte, el «biologismo» es una forma particular de esencialismo que define la naturaleza de las mujeres en relación con sus capacidades biológicas.​ Esta forma de esencialismo se basa en una forma de reduccionismo, esto es, que los factores sociales y culturales son los efectos de las causas biológicas.​ El reduccionismo biológico sostiene que las diferencias anatómicas y psicológicas (especialmente aquellas que se refieren a las reproductivas), propias de los varones y de las mujeres, determinan tanto el significado de masculinidad y feminidad como los diferentes roles de los varones y de las mujeres en la sociedad.​ El «biologismo» utiliza las funciones de reproducción, alimentación, neurología, neurofisiología y endocrinología para limitar las posibilidades sociales y psicológicas de las mujeres de acuerdo con unos límites biológicos establecidos.​ Esta disciplina afirma que la ciencia de la biología constituye una definición inmutable de identidad, la cual equivale a una forma social de contención de la mujer.​ El naturalismo también forma parte del sistema del esencialismo donde se propone una naturaleza fija a las mujeres a través de medios de base teológica u ontológica más que biológica. Un ejemplo de ello podría ser la afirmación de que la naturaleza de la mujer es un atributo otorgado por Dios, o las invariantes ontológicas en el existencialismo de Sartre o en el psicoanálisis de Freud que distinguen los sexos basándose en el hecho de que «el sujeto humano es de alguna forma libre o de que la posición social del sujeto es una función de su morfología genital (tanto para el varón como para la mujer)».​ Estos sistemas se utilizan para homogeneizar a las mujeres en una única categoría y para reforzar la idea de una oposición varón-mujer.​ (es)
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  • De acuerdo con la teoría feminista así como con los estudios de género, el esencialismo de género es la atribución de una cualidad fija a las mujeres.​ Se da por sentado que la naturaleza es universal y se identifica normalmente con aquellas características consideradas a su vez como únicamente femeninas.​ Estas ideas de feminidad se suelen mezclar en el campo biológico junto con ciertas características psicológicas, como el cuidado alimentario, la empatía, el apoyo o afecto, la no competitividad, etc.​ En 1995, , teórica feminista, publica el libro Space, time and perversion: essays on the politics bodies, en el que argumenta que «el esencialismo supone la creencia de que las mujeres comparten desde el principio de los tiempos características definidas como "esencia o naturaleza de mujer" (es)
  • De acuerdo con la teoría feminista así como con los estudios de género, el esencialismo de género es la atribución de una cualidad fija a las mujeres.​ Se da por sentado que la naturaleza es universal y se identifica normalmente con aquellas características consideradas a su vez como únicamente femeninas.​ Estas ideas de feminidad se suelen mezclar en el campo biológico junto con ciertas características psicológicas, como el cuidado alimentario, la empatía, el apoyo o afecto, la no competitividad, etc.​ En 1995, , teórica feminista, publica el libro Space, time and perversion: essays on the politics bodies, en el que argumenta que «el esencialismo supone la creencia de que las mujeres comparten desde el principio de los tiempos características definidas como "esencia o naturaleza de mujer" (es)
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  • Esencialismo de género (es)
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