Escocia en la Edad Moderna se refiere, a efectos de este artículo, a los acontecimientos acaecidos en Escocia en el período comprendido entre la muerte de Jacobo IV en 1513 y el final de las rebeliones jacobitas a mediados del siglo XVIII. Este período corresponde más o menos a la misma Edad Moderna de Europa, que comienza con el Renacimiento y la Reforma Protestante y termina con la Ilustración y el inicio de la Revolución Industrial.

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  • Escocia en la Edad Moderna se refiere, a efectos de este artículo, a los acontecimientos acaecidos en Escocia en el período comprendido entre la muerte de Jacobo IV en 1513 y el final de las rebeliones jacobitas a mediados del siglo XVIII. Este período corresponde más o menos a la misma Edad Moderna de Europa, que comienza con el Renacimiento y la Reforma Protestante y termina con la Ilustración y el inicio de la Revolución Industrial. Tras una larga minoría, el reinado de Jacobo V, que terminó con derrota militar y otra larga minoría por María reina de Escocia, vio a la corte convertirse en mecenazgo del Renacimiento. Escocia osciló entre el dominio de los ingleses y franceses hasta el Tratado de Edimburgo en 1560, por el que ambos rivales retiraron sus tropas dejando el camino abierto para la reforma religiosa. La Reforma Escocesa estuvo fuertemente influenciada por el calvinismo que condujo a una iconoclasia generalizada y a la introducción de un sistema presbiteriano de organización y orden, el cual habría tenido gran impacto en la vida escocesa. En 1569 María regresó de Francia. Sin embargo, su reinado deteriorado por asesinatos, escándalos y guerras civiles, la obligó a huir a Inglaterra, donde fue posteriormente ejecutada, dejando a sus oponentes protestantes en el poder en nombre del infante Jacobo VI. En 1603, Jacobo heredó el trono de Inglaterra e Irlanda, creando una unión dinástica y moviendo el centro del mecenazgo real y el poder a Londres. Carlos I, hijo de Jacobo VI, intentó imponer elementos del sistema religioso inglés en sus otros reinos, pero esto llevó a un deterioro gradual de la situación que desembocó en la Guerra de los Obispos (1637-40), en la que Carlos fue derrotado, y posteriormente en la Guerra de los Tres Reinos. Los escoceses, sobre todo los Coventanters, aliados con el Parlamento Inglés intervinieron en la guerra en contra del Rey Carlos I. En la Segunda y Tercera Guerra Civil (1648-1651), se rompió la alianza entre el Parlamento Inglés y los Covenanters, que dieron su apoyo a Carlos I y tras su ejecución, a su sucesor Carlos II. Sin embargo, fueron derrotados cuando un ejército parlamentario dirigido por Oliver Cromwell, invadió Escocia y forzó a su incorporación a la Mancomunidad. La restauración de la monarquía en 1660 vio el regreso del episcopado y un régimen cada vez más absolutista, lo que causó agitación y rebeliones religiosas y políticas. La llegada al trono del abiertamente católico Jacobo VII, hizo nacer una creciente inquietud entre los protestantes. Tras la Revolución Gloriosa de 1688 a 1689, Guillermo de Orange y María, hija de Jacobo VII, fueron aceptados como monarcas. El presbiterianismo fue reintroducido y se impusieron algunas limitaciones a la monarquía. Después de la grave crisis económica de los años 1690 se firmó el Acta de Unión de 1707, que propició la unificación política con Inglaterra, y dio lugar al Reino de Gran Bretaña en 1707. Sin embargo, la línea principal de los Estuardos creó un clima de descontento político, conocido como Jacobitismo, que dio lugar a numerosas invasiones y rebeliones, que concluyeron en 1745 tras el aplastamiento de los levantamientos jacobitas. A partir de entonces, Escocia entró en un período de gran estabilidad política y económica y de expansión intelectual. Aunque en Escocia había un sistema de mejora de carreteras a principios de la Era Moderna, este continuaba siendo un país dividido por la topografía, en particular entre las Tierras Altas e Islas (Orkey, Shetland y las Hébridas Exteriores) y las Tierras Bajas. La mayor parte del desarrollo económico estaba en las Tierras Bajas, que vio los inicios de la industrialización, mejoras en la agricultura y la expansión de los burghs orientales, particularmente en Glasgow, mientras se abrían rutas de comercio con las Américas. El laird local surgió como una figura clave y los jefes de clanes en las fronteras y Tierras Altas declinaron en importancia. Hubo una expansión en la población hacia el final del período y un crecimiento de la urbanización. Las tensiones sociales fueron evidentes por las cacerías de brujas y por la creación de un sistema de Leyes de Pobres. A pesar del engrandecimiento de la corona y el aumento de los tipos de impuestos, los ingresos siguieron siendo insuficientes. El Consejo Privado y el Parlamento se mantuvieron centrales para el gobierno, sin embargo, debido a los cambios del Acta de la Unión, en 1707 vieron su supresión. El crecimiento del gobierno local vio la introducción de los Jueces de Paz y los Comisarios de Suministro, mientras que ley veía la creciente importancia de la autoridad real y la profesionalización. La expansión de las escuelas parroquiales y la reformación de las universidades anunciaban el comienzo de un florecimiento intelectual en la Ilustración. También hubo progreso en la literatura escocesa antes de que corte como dejara de ser un centro de mecenazgo a principios del siglo XVII. La música eclesiástica tradicional cambió fundamentalmente debido a la Reforma con la pérdida de la música polifónica compleja y la introducción de una nueva tradición que involucraba el canto de salterios métricos. En la arquitectura, la construcción real fue fuertemente influenciada por estilos renacentistas, mientras que las casas de los grandes lairds adoptaron una forma híbrida conocida como Scottish Baronial y después de la Restauración fueron influenciadas por estilos paladianos y barrocos. En la arquitectura eclesiástica surgió un estilo distintivo basado en una planta "T". La Reforma también tuvo un impacto importante en el arte, con la pérdida del mecenazgo de la iglesia se llegó a una tradición de techos y paredes pintadas, iniciando así la tradición del retrato y la pintura de paisaje. (es)
  • Escocia en la Edad Moderna se refiere, a efectos de este artículo, a los acontecimientos acaecidos en Escocia en el período comprendido entre la muerte de Jacobo IV en 1513 y el final de las rebeliones jacobitas a mediados del siglo XVIII. Este período corresponde más o menos a la misma Edad Moderna de Europa, que comienza con el Renacimiento y la Reforma Protestante y termina con la Ilustración y el inicio de la Revolución Industrial. Tras una larga minoría, el reinado de Jacobo V, que terminó con derrota militar y otra larga minoría por María reina de Escocia, vio a la corte convertirse en mecenazgo del Renacimiento. Escocia osciló entre el dominio de los ingleses y franceses hasta el Tratado de Edimburgo en 1560, por el que ambos rivales retiraron sus tropas dejando el camino abierto para la reforma religiosa. La Reforma Escocesa estuvo fuertemente influenciada por el calvinismo que condujo a una iconoclasia generalizada y a la introducción de un sistema presbiteriano de organización y orden, el cual habría tenido gran impacto en la vida escocesa. En 1569 María regresó de Francia. Sin embargo, su reinado deteriorado por asesinatos, escándalos y guerras civiles, la obligó a huir a Inglaterra, donde fue posteriormente ejecutada, dejando a sus oponentes protestantes en el poder en nombre del infante Jacobo VI. En 1603, Jacobo heredó el trono de Inglaterra e Irlanda, creando una unión dinástica y moviendo el centro del mecenazgo real y el poder a Londres. Carlos I, hijo de Jacobo VI, intentó imponer elementos del sistema religioso inglés en sus otros reinos, pero esto llevó a un deterioro gradual de la situación que desembocó en la Guerra de los Obispos (1637-40), en la que Carlos fue derrotado, y posteriormente en la Guerra de los Tres Reinos. Los escoceses, sobre todo los Coventanters, aliados con el Parlamento Inglés intervinieron en la guerra en contra del Rey Carlos I. En la Segunda y Tercera Guerra Civil (1648-1651), se rompió la alianza entre el Parlamento Inglés y los Covenanters, que dieron su apoyo a Carlos I y tras su ejecución, a su sucesor Carlos II. Sin embargo, fueron derrotados cuando un ejército parlamentario dirigido por Oliver Cromwell, invadió Escocia y forzó a su incorporación a la Mancomunidad. La restauración de la monarquía en 1660 vio el regreso del episcopado y un régimen cada vez más absolutista, lo que causó agitación y rebeliones religiosas y políticas. La llegada al trono del abiertamente católico Jacobo VII, hizo nacer una creciente inquietud entre los protestantes. Tras la Revolución Gloriosa de 1688 a 1689, Guillermo de Orange y María, hija de Jacobo VII, fueron aceptados como monarcas. El presbiterianismo fue reintroducido y se impusieron algunas limitaciones a la monarquía. Después de la grave crisis económica de los años 1690 se firmó el Acta de Unión de 1707, que propició la unificación política con Inglaterra, y dio lugar al Reino de Gran Bretaña en 1707. Sin embargo, la línea principal de los Estuardos creó un clima de descontento político, conocido como Jacobitismo, que dio lugar a numerosas invasiones y rebeliones, que concluyeron en 1745 tras el aplastamiento de los levantamientos jacobitas. A partir de entonces, Escocia entró en un período de gran estabilidad política y económica y de expansión intelectual. Aunque en Escocia había un sistema de mejora de carreteras a principios de la Era Moderna, este continuaba siendo un país dividido por la topografía, en particular entre las Tierras Altas e Islas (Orkey, Shetland y las Hébridas Exteriores) y las Tierras Bajas. La mayor parte del desarrollo económico estaba en las Tierras Bajas, que vio los inicios de la industrialización, mejoras en la agricultura y la expansión de los burghs orientales, particularmente en Glasgow, mientras se abrían rutas de comercio con las Américas. El laird local surgió como una figura clave y los jefes de clanes en las fronteras y Tierras Altas declinaron en importancia. Hubo una expansión en la población hacia el final del período y un crecimiento de la urbanización. Las tensiones sociales fueron evidentes por las cacerías de brujas y por la creación de un sistema de Leyes de Pobres. A pesar del engrandecimiento de la corona y el aumento de los tipos de impuestos, los ingresos siguieron siendo insuficientes. El Consejo Privado y el Parlamento se mantuvieron centrales para el gobierno, sin embargo, debido a los cambios del Acta de la Unión, en 1707 vieron su supresión. El crecimiento del gobierno local vio la introducción de los Jueces de Paz y los Comisarios de Suministro, mientras que ley veía la creciente importancia de la autoridad real y la profesionalización. La expansión de las escuelas parroquiales y la reformación de las universidades anunciaban el comienzo de un florecimiento intelectual en la Ilustración. También hubo progreso en la literatura escocesa antes de que corte como dejara de ser un centro de mecenazgo a principios del siglo XVII. La música eclesiástica tradicional cambió fundamentalmente debido a la Reforma con la pérdida de la música polifónica compleja y la introducción de una nueva tradición que involucraba el canto de salterios métricos. En la arquitectura, la construcción real fue fuertemente influenciada por estilos renacentistas, mientras que las casas de los grandes lairds adoptaron una forma híbrida conocida como Scottish Baronial y después de la Restauración fueron influenciadas por estilos paladianos y barrocos. En la arquitectura eclesiástica surgió un estilo distintivo basado en una planta "T". La Reforma también tuvo un impacto importante en el arte, con la pérdida del mecenazgo de la iglesia se llegó a una tradición de techos y paredes pintadas, iniciando así la tradición del retrato y la pintura de paisaje. (es)
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  • Escocia en la Edad Moderna se refiere, a efectos de este artículo, a los acontecimientos acaecidos en Escocia en el período comprendido entre la muerte de Jacobo IV en 1513 y el final de las rebeliones jacobitas a mediados del siglo XVIII. Este período corresponde más o menos a la misma Edad Moderna de Europa, que comienza con el Renacimiento y la Reforma Protestante y termina con la Ilustración y el inicio de la Revolución Industrial. (es)
  • Escocia en la Edad Moderna se refiere, a efectos de este artículo, a los acontecimientos acaecidos en Escocia en el período comprendido entre la muerte de Jacobo IV en 1513 y el final de las rebeliones jacobitas a mediados del siglo XVIII. Este período corresponde más o menos a la misma Edad Moderna de Europa, que comienza con el Renacimiento y la Reforma Protestante y termina con la Ilustración y el inicio de la Revolución Industrial. (es)
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  • Escocia en la Edad Moderna (es)
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