El abolicionismo de la prostitución es un movimiento social y de derechos humanos que defiende a las personas prostituidas. El abolicionismo no persigue ni reprime a las personas prostituidas, al contrario busca mejorar sus condiciones de vida, reclama por la eliminación de las legislaciones que las penalizan y criminalizan. El sistema abolicionista surge en respuesta al reglamentarismo cuando en 1869, en Inglaterra se dicto la ley de enfermedades contagiosas que reglamentaban la prostitución y exigía a las mujeres prostituidas exámenes sanitarios, que no se exigía a nadie mas. Las feministas encabezadas por Josephine Butller exigieron su derogación hasta que la consiguieron. (Marta Fontenla 1)

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  • El abolicionismo de la prostitución es un movimiento social y de derechos humanos que defiende a las personas prostituidas. El abolicionismo no persigue ni reprime a las personas prostituidas, al contrario busca mejorar sus condiciones de vida, reclama por la eliminación de las legislaciones que las penalizan y criminalizan. El sistema abolicionista surge en respuesta al reglamentarismo cuando en 1869, en Inglaterra se dicto la ley de enfermedades contagiosas que reglamentaban la prostitución y exigía a las mujeres prostituidas exámenes sanitarios, que no se exigía a nadie mas. Las feministas encabezadas por Josephine Butller exigieron su derogación hasta que la consiguieron. (Marta Fontenla 1) Desde una perspectiva feminista, es a la vez un sistema legal, una visión de conjunto sobre la prostitución y la trata, como instituciones donde se articulan el sistema patriarcal y capitalista. Es una política que incluye propuestas, denuncias y miradas sobre la sexualidad y las relaciones de poder entre los géneros, que enfrenta la opresión y la violencia y pretende una sociedad sin opresión ni explotación.(Cuadernillo de Campaña Abolicionista). Para entender el abolicionismo de la prostitución debemos analizar en profundidad a la prostitución, para ello podemos recurrir a las fuentes, testimonios de sobreviventes de prostitución, mujeres que fueron prostituidas nos cuentan que «La prostitución es el privilegio del varón sobre un cuerpo en necesidad», como lo define Delia Escudilla(sobreviviente de prostitución). «Es un privilegio patriarcal ancestral. Si hablamos de una relación sexual consensuada, hablamos de afecto, de calentura, deseo mutuo. Pero si te vas con cualquiera, si no sabés qué te va a pasar en esa habitación, qué te va a hacer el otro, que tiene mayor fuerza física… Si te va a pegar, si se va a querer poner preservativo, si se va a querer dar una ducha, a qué huele, si está sucio, si quiere aspirar droga. No sabés qué te va a hacer. Tengo mil anécdotas de situaciones que son una más violenta que otra, de las que me salvé» relata Delia en su libro Violación Consentida: la prostitución sin maquillaje una autobiografía. La prostitución es tener que soportar 20, 30 violaciones diarias, manoseos, penetraciones, bucal, vaginal, anal, desgarros, quemaduras de cigarrillos en la piel, golpes propinados por prostituidores y por proxenetas, es pasar frío por largas horas a orillas de una calle o ruta y exponerse a cualquier individuo que por dinero tiene derecho a realizar lo que quiera con tu cuerpo, es falso que la 'puta' elige, la persona prostituida no pone las condiciones ni el precio. Las condiciones las pone el putero(prostituidor) y la necesidad de la persona prostituida, como también la cantidad de mujeres que ofrezcan lo mismo en dicho espacio. La prostitución es violencia y por tanto no puede ser considerada trabajo. Este concepto se relaciona con el de Patriarcado, como sistema de dominación de los hombres sobre las mujeres y la actual reorganización de los viejos pactos que construyen, entre ellos el de prostitución y de sus interrelaciones con el capitalismo neoliberal. La ideología neoliberal conservadora busca desarticular a las sociedades individualizando los problemas y haciéndonos creer que son personales, cuestiones de libre elección separándolos de las estructuras sociales, económicas y políticas que los generan y tratando de cambiar el significado de los conceptos. Por tanto no se puede considerar la prostitución como un problema individual de una mujer o de un grupo de mujeres u otros grupo de personas que un día deciden ser prostituidas. Es una institución patriarcal histórica y es un problema social, de género, de creación de violencia, en la que interviene intereses sexuales, económicos y políticos. En la prostitución, no es posible poner a la persona prostituida como el sujeto de la acción, porque su cuerpo es el objeto de la transacción. Ni tampoco considerarla como sujeta de un contrato realizado en condiciones de igualdad y libertad, y llamarla trabajadora sexual, sin examinar el papel de todos los participes: los puteros, prostituidores o cliente , los lobbys de proxenetas y su inserción en los distintos estamentos del estado, de los medios de comunicación, de los movimientos sociales, de las universidades; la llamada industria sexual, el aumento exponencial de la demanda y de prostíbulos, de las redes mafiosas organizadas como empresas, del dinero que lavan y de las remesas que las mujeres prostituidas envían sus lugares de origen para mantener a sus familias. La prostitución esta siempre organizada, es un subestima dentro del sistema patriarcal . Un dato no menor es la pedofilización de la prostitución, dado que los puteros piden adolescentes y niñas cada vez más pequeñas. Por eso defino el acto de prostituir como el que tiene lugar cuando una persona llamada prostituyente o prostituidor o putero compra o alquila por un precio en dinero o en especie, el cuerpo de otra persona generalmente una mujer o una niña tratada como objeto o mercancía, para usarlo sexualmente, para imponerle su sexualidad en razón de su mayor poder sexual, económico y social. Esta definición se aparta de las ideas liberales o conservadores que la entiende en términos individuales, naturales, morales o voluntaristas, para ubicarlas como una institución que genera violencia y daño. Y ubica al prostituidor como el que ejerce sobre los cuerpos convertidos en mercancía o cosa, los actos sexuales que van a vulnerar a la persona, afectando su integridad sexual, física y psíquica, su dignidad humana y causando daños, además del que le causan los restantes integrantes del sistema. Por eso el Estado no puede organizar la prostitución reglamentándola o aceptarla y llamarla trabajo sexual. Estos daños, han sido investigados por numerosos estudios y entre ellos están: la trasmisión del VIH y las demás Infecciones de TS, los golpes y abusos de proxenetas y prostituyentes, de los policías, los embarazos no deseados, los abortos, las hepatitis , la ingesta de hormonas, el alcoholismo, la drogadicción inducida, los asesinatos, el daño generacional que produce sobre las hijas de mujeres prostituidas que llegan a su vez a serlo por efecto de la normalización y la naturalización en el ámbito familiar, o como ocurre con la propaganda y normalización que se esta haciendo en escuelas y universidades presentándola como algo glamoroso, empoderante y que permite ganar mucho dinero. Según estas investigaciones, la tasa de mortalidad de las mujeres y niñas prostituidas es 40 veces superior a la media, corren un riesgo 18 veces mayor de ser asesinadas que las demás mujeres, el 71 % ha sido objeto de agresión física mientras eran prostituidas, el 68% sufrió los síntomas de estrés post traumático y la tasa de suicidios es mas alta. R Poulin agrega que las enfermedades de transmisión sexual y el desgaste que provocan hacen que el stock de mujeres prostituidas se tenga que renovar continuamente. Por eso no olvidemos que anualmente son ingresadas a la prostitución alrededor de 4.000.000 de mujeres y niñas según datos de Naciones Unidas. El abordaje de esta problemática se hace desde distintas concepciones jurídicas, sociales, ideológicas y políticas y desde allí se construyen los sistemas jurídicos que van a definir qué es la prostitución: si es violencia o un contrato como cualquier otro, celebrado con los requisitos de discernimiento, intención, libertad y lo que presupone igualdad entre las partes. También es necesario preguntarnos si se pueden celebrar contratos que incluyan nuestra sexualidad, nuestra integridad sexual, física y psíquica nuestro cuerpo como totalidad para que sean usados sexualmente a cambio de dinero. En qué otro tipo de contrato ocurre esto? Cuál sería el equilibrio entre las prestaciones? Desde el punto de vista del derecho, es importante analizar desde qué concepciones parten quienes hacen las leyes y quienes las interpretan y aplican, qué conductas van a resultar aceptadas y valoradas y cuales rechazadas, cuáles serán los bienes jurídicos a proteger. ¿Quién o quienes son las víctimas y quienes los victimarios?. ¿A quién hay que sancionar? O de qué criterios parten sobre la igualdad, derecho a la integridad de nuestros cuerpos, a que no sean mercantilizados o trasformados en partes o agujeros, como sucede en la explotación sexual reproductiva o en la prostitución, a nuestra libertad, y a la construcción de un proyecto de vida propio? Como dice MacKinnon, el derecho es masculino y la ley dice lo que los hombres piensan sobre las mujeres. También es de clase, esta racializado, y tiene una mirada heterosexual. Las críticas del feminismo al derecho por patriarcal, los sistemas jurídicos relacionados a la prostitución y la trata han sido revisados ya que de ello surgirá qué es la prostitución y a quién o quiénes hay que sancionar. Estos sistemas son tres : el prohibicionismo, el reglamentarismo y el abolicionismo. El abolicionismo supone un paradigma, que en el campo jurídico se expresa en la Convención de Naciones Unidas para la Supresión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena del año 1949, ratificada por varios países entre ellos Argentina y vigente. La cual sostiene que “La prostitución y el mal que la acompaña la trata con fines de prostitución, son contrarios a la dignidad humana y el valor de la persona humana y pone en peligro el bienestar del individuo”. Esta afirmación es lo opuesto al paradigma del reglamentarismo, tanto el pasado como el actual. Los puntos centrales de este tratado, además de relacionar como inseparables prostitución y trata, son: 1. * el consentimiento de las victimas nunca se va a tener en cuenta en la configuración de los delitos. 2. * Las personas prostituidas no deben ser penalizadas nunca Solo deben ser penalizados quienes explotan la prostitución. 3. * Los países no pueden reglamentar la prostitución ni someter a las personas prostituidas a ningún tipo de controles sanitarios, registros o exigirles carnet. 4. * Se prohíbe establecer prostíbulos, zonas rojas o lugares determinados o de encierro. Los Estados deben adoptar medidas para prevenir la trata y la prostitución. Para poder realizar el paradigma abolicionista es necesario concretar el Derecho a la igualdad que significa terminar con la desigualdad social, económica, sexual, política y cultural entre varones y mujeres para poner fin a la prostitución.. Para el abolicionismo la dignidad humana, la libertad, la igualdad y la justicia son presupuestos para toda su construcción normativa porque son pilares de los Derechos Humanos (DDHH). Dictar leyes que permitan reglamentar la desigualdad transformándola en valiosa viola la Constitución Nacional y los pactos internacionales de Derechos Humanos firmados por los países, (entre ellos la convención de 1949, la CEDAW (Convención contra toda forma de Discriminación hacia las Mujeres), el pacto interamericano de Derechos Humanos (pacto de San José de Costa Rica) , el tratado de Derechos Económicos Sociales y Culturales, entre otros). Por eso, decir que la prostitución es un “trabajo” o reglamentarla de cualquier otra forma va en contra de ese orden de los DDHH, de la misma manera que no se puede aceptar la esclavitud, aunque el esclavo diga que está de acuerdo con ser esclavo, porque se vulnera su dignidad humana. El nuevo abolicionismo, como es el establecido por ejemplo en los países nórdicos o Francia entre otros, apunta a la raíz del sistema prostituyente, ya que pone la responsabilidad en quien aporta el dinero para que todo ese mecanismo de violencia funcione: el cliente, prostituidor o putero, así como el establecimiento de políticas públicas para desalentar la demanda. En estos países se ha incluido la prostitución en las leyes contra la violencia hacia las mujeres por los daños que causa y desde allí se castiga a sus perpetradores. La libertad y la igualdad se logran según estas leyes estableciendo una política nacional de sanción al prostituidor, cliente o putero, restituyendo derechos a las personas prostituidas, y estableciendo políticas publicas de carácter nacional de prevención capacitación y educación, o sea concretando los principios abolicionistas. El prohibicionismo sanciona a todos y todas, las y los partícipes del sistema, incluyendo a las víctimas o personas prostituidas. El reglamentarismo, establece las normas a las que debe adecuarse la explotación sexual, la legisla, legalizando el derecho masculino a prostituir, la explotación de la prostitución ajena, la existencia de explotadores, proxenetas y demás tratantes, la instalación de prostíbulos, tanto sean de gran tamaño como los puti clubs o pequeños, como departamentos, whisquerias, cabarets, cooperativas, privados, casa de masajes etc., establece las zonas y lugares de ejercicio. Permite la organización de redes de explotación, que favorecen la trata, y del hecho que ha dado en llamarse “industria sexual” que transforma en legal esa explotación en gran escala. Somete a las personas prostituidas a controles sanitarios y administrativos permanentes, las obliga registrarse y tener un carnet que acredite su salud sexual. Esto sucede tanto en Alemania, Holanda o nueva Zelanda, países que se toman como modelos de reglamentarismo. Aunque con distintas denominaciones (reglamentación, legalización, laboracionismo, descriminalización) todos tienen las características similares y funcionamiento que señalé y las personas prostituidas pueden estar en relación directa de dependencia con los proxenetas, o pueden alquilar una habitación, como en las ventanas en el famoso barrio rojo de Ámsterdam o en las casa o departamentos que alquila el o la proxeneta devenidos ahora en locadores y donde se cobra una tarifa de uso. Las normas a las que deben ajustarse no son uniformes, ya que dependen del estado o municipio donde se encuentren, según la organización política del país, pero todas incluyen el registro. A los puteros no se les exige ningún tipo de control ni examen o carnet que acredite su salud sexual. Quienes no se registran son clandestinas, y el sistema se transforma en prohibicionista, con lo cual el nivel de explotación aumenta exponencialmente. En Alemania, por ej. Se estima que hay alrededor de 400.000 personas prostituidas, aproximadamente el 5% son nacionales y el resto son inmigrantes que no tiene residencia ni papeles de estadía. Para tener acceso a cualquier beneficio hay que tener residencia en Alemania y por supuesto aportar a seguridad social, para casos de enfermedad, el seguro social por desempleo. Considerar a la prostitución trabajo desvía el análisis de los problemas sociales, ideológicos y políticos que genera la desigualdad. Si analizamos el trabajo, vemos que es en general una necesidad social y un acto de la acción humana. El trabajo o el servicio domestico, con el que se la compara son socialmente necesarios porque permiten la reproducción de la vida y benefician a todos los seres humanos. La prostitución ¿es socialmente necesaria? A quienes beneficia su existencia? Es como si preguntáramos si la violencia contra nosotras en el interior de nuestras casas nos beneficia personal y colectivamente. En Argentina por ejemplo, se presenta como expresión de propagandizar estas formas de reglamentarismo a la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina, que dicen ser un sindicato, lo que es falso porque no tiene personería gremial y en el país tampoco hay patronal de proxenetas y tratantes para celebrar convenios colectivos . Reclaman simultáneamente “derechos laborales para las trabajadoras sexuales” y “trabajo sexual autónomo”. Los derechos laborales son para trabajadoras y trabajadores en relación de dependencia, que son quienes se sindicalizan. Por tanto, este pedido de derechos laborales y sindicalización encierra la legalización de los proxenetas, quienes devendrían entonces en empleadores. Las trabajadoras autónomas no tenemos sindicatos. Pero, ¿puede ser un trabajo, aún autónomo, la continua vulneración de las fronteras del cuerpo que resulta inherente a la prostitución? ¿Cómo reclamaríamos contra el abuso o el acoso sexual o el manoseo si ello forma parte de la actividad misma?.. (es)
  • El abolicionismo de la prostitución es un movimiento social y de derechos humanos que defiende a las personas prostituidas. El abolicionismo no persigue ni reprime a las personas prostituidas, al contrario busca mejorar sus condiciones de vida, reclama por la eliminación de las legislaciones que las penalizan y criminalizan. El sistema abolicionista surge en respuesta al reglamentarismo cuando en 1869, en Inglaterra se dicto la ley de enfermedades contagiosas que reglamentaban la prostitución y exigía a las mujeres prostituidas exámenes sanitarios, que no se exigía a nadie mas. Las feministas encabezadas por Josephine Butller exigieron su derogación hasta que la consiguieron. (Marta Fontenla 1) Desde una perspectiva feminista, es a la vez un sistema legal, una visión de conjunto sobre la prostitución y la trata, como instituciones donde se articulan el sistema patriarcal y capitalista. Es una política que incluye propuestas, denuncias y miradas sobre la sexualidad y las relaciones de poder entre los géneros, que enfrenta la opresión y la violencia y pretende una sociedad sin opresión ni explotación.(Cuadernillo de Campaña Abolicionista). Para entender el abolicionismo de la prostitución debemos analizar en profundidad a la prostitución, para ello podemos recurrir a las fuentes, testimonios de sobreviventes de prostitución, mujeres que fueron prostituidas nos cuentan que «La prostitución es el privilegio del varón sobre un cuerpo en necesidad», como lo define Delia Escudilla(sobreviviente de prostitución). «Es un privilegio patriarcal ancestral. Si hablamos de una relación sexual consensuada, hablamos de afecto, de calentura, deseo mutuo. Pero si te vas con cualquiera, si no sabés qué te va a pasar en esa habitación, qué te va a hacer el otro, que tiene mayor fuerza física… Si te va a pegar, si se va a querer poner preservativo, si se va a querer dar una ducha, a qué huele, si está sucio, si quiere aspirar droga. No sabés qué te va a hacer. Tengo mil anécdotas de situaciones que son una más violenta que otra, de las que me salvé» relata Delia en su libro Violación Consentida: la prostitución sin maquillaje una autobiografía. La prostitución es tener que soportar 20, 30 violaciones diarias, manoseos, penetraciones, bucal, vaginal, anal, desgarros, quemaduras de cigarrillos en la piel, golpes propinados por prostituidores y por proxenetas, es pasar frío por largas horas a orillas de una calle o ruta y exponerse a cualquier individuo que por dinero tiene derecho a realizar lo que quiera con tu cuerpo, es falso que la 'puta' elige, la persona prostituida no pone las condiciones ni el precio. Las condiciones las pone el putero(prostituidor) y la necesidad de la persona prostituida, como también la cantidad de mujeres que ofrezcan lo mismo en dicho espacio. La prostitución es violencia y por tanto no puede ser considerada trabajo. Este concepto se relaciona con el de Patriarcado, como sistema de dominación de los hombres sobre las mujeres y la actual reorganización de los viejos pactos que construyen, entre ellos el de prostitución y de sus interrelaciones con el capitalismo neoliberal. La ideología neoliberal conservadora busca desarticular a las sociedades individualizando los problemas y haciéndonos creer que son personales, cuestiones de libre elección separándolos de las estructuras sociales, económicas y políticas que los generan y tratando de cambiar el significado de los conceptos. Por tanto no se puede considerar la prostitución como un problema individual de una mujer o de un grupo de mujeres u otros grupo de personas que un día deciden ser prostituidas. Es una institución patriarcal histórica y es un problema social, de género, de creación de violencia, en la que interviene intereses sexuales, económicos y políticos. En la prostitución, no es posible poner a la persona prostituida como el sujeto de la acción, porque su cuerpo es el objeto de la transacción. Ni tampoco considerarla como sujeta de un contrato realizado en condiciones de igualdad y libertad, y llamarla trabajadora sexual, sin examinar el papel de todos los participes: los puteros, prostituidores o cliente , los lobbys de proxenetas y su inserción en los distintos estamentos del estado, de los medios de comunicación, de los movimientos sociales, de las universidades; la llamada industria sexual, el aumento exponencial de la demanda y de prostíbulos, de las redes mafiosas organizadas como empresas, del dinero que lavan y de las remesas que las mujeres prostituidas envían sus lugares de origen para mantener a sus familias. La prostitución esta siempre organizada, es un subestima dentro del sistema patriarcal . Un dato no menor es la pedofilización de la prostitución, dado que los puteros piden adolescentes y niñas cada vez más pequeñas. Por eso defino el acto de prostituir como el que tiene lugar cuando una persona llamada prostituyente o prostituidor o putero compra o alquila por un precio en dinero o en especie, el cuerpo de otra persona generalmente una mujer o una niña tratada como objeto o mercancía, para usarlo sexualmente, para imponerle su sexualidad en razón de su mayor poder sexual, económico y social. Esta definición se aparta de las ideas liberales o conservadores que la entiende en términos individuales, naturales, morales o voluntaristas, para ubicarlas como una institución que genera violencia y daño. Y ubica al prostituidor como el que ejerce sobre los cuerpos convertidos en mercancía o cosa, los actos sexuales que van a vulnerar a la persona, afectando su integridad sexual, física y psíquica, su dignidad humana y causando daños, además del que le causan los restantes integrantes del sistema. Por eso el Estado no puede organizar la prostitución reglamentándola o aceptarla y llamarla trabajo sexual. Estos daños, han sido investigados por numerosos estudios y entre ellos están: la trasmisión del VIH y las demás Infecciones de TS, los golpes y abusos de proxenetas y prostituyentes, de los policías, los embarazos no deseados, los abortos, las hepatitis , la ingesta de hormonas, el alcoholismo, la drogadicción inducida, los asesinatos, el daño generacional que produce sobre las hijas de mujeres prostituidas que llegan a su vez a serlo por efecto de la normalización y la naturalización en el ámbito familiar, o como ocurre con la propaganda y normalización que se esta haciendo en escuelas y universidades presentándola como algo glamoroso, empoderante y que permite ganar mucho dinero. Según estas investigaciones, la tasa de mortalidad de las mujeres y niñas prostituidas es 40 veces superior a la media, corren un riesgo 18 veces mayor de ser asesinadas que las demás mujeres, el 71 % ha sido objeto de agresión física mientras eran prostituidas, el 68% sufrió los síntomas de estrés post traumático y la tasa de suicidios es mas alta. R Poulin agrega que las enfermedades de transmisión sexual y el desgaste que provocan hacen que el stock de mujeres prostituidas se tenga que renovar continuamente. Por eso no olvidemos que anualmente son ingresadas a la prostitución alrededor de 4.000.000 de mujeres y niñas según datos de Naciones Unidas. El abordaje de esta problemática se hace desde distintas concepciones jurídicas, sociales, ideológicas y políticas y desde allí se construyen los sistemas jurídicos que van a definir qué es la prostitución: si es violencia o un contrato como cualquier otro, celebrado con los requisitos de discernimiento, intención, libertad y lo que presupone igualdad entre las partes. También es necesario preguntarnos si se pueden celebrar contratos que incluyan nuestra sexualidad, nuestra integridad sexual, física y psíquica nuestro cuerpo como totalidad para que sean usados sexualmente a cambio de dinero. En qué otro tipo de contrato ocurre esto? Cuál sería el equilibrio entre las prestaciones? Desde el punto de vista del derecho, es importante analizar desde qué concepciones parten quienes hacen las leyes y quienes las interpretan y aplican, qué conductas van a resultar aceptadas y valoradas y cuales rechazadas, cuáles serán los bienes jurídicos a proteger. ¿Quién o quienes son las víctimas y quienes los victimarios?. ¿A quién hay que sancionar? O de qué criterios parten sobre la igualdad, derecho a la integridad de nuestros cuerpos, a que no sean mercantilizados o trasformados en partes o agujeros, como sucede en la explotación sexual reproductiva o en la prostitución, a nuestra libertad, y a la construcción de un proyecto de vida propio? Como dice MacKinnon, el derecho es masculino y la ley dice lo que los hombres piensan sobre las mujeres. También es de clase, esta racializado, y tiene una mirada heterosexual. Las críticas del feminismo al derecho por patriarcal, los sistemas jurídicos relacionados a la prostitución y la trata han sido revisados ya que de ello surgirá qué es la prostitución y a quién o quiénes hay que sancionar. Estos sistemas son tres : el prohibicionismo, el reglamentarismo y el abolicionismo. El abolicionismo supone un paradigma, que en el campo jurídico se expresa en la Convención de Naciones Unidas para la Supresión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena del año 1949, ratificada por varios países entre ellos Argentina y vigente. La cual sostiene que “La prostitución y el mal que la acompaña la trata con fines de prostitución, son contrarios a la dignidad humana y el valor de la persona humana y pone en peligro el bienestar del individuo”. Esta afirmación es lo opuesto al paradigma del reglamentarismo, tanto el pasado como el actual. Los puntos centrales de este tratado, además de relacionar como inseparables prostitución y trata, son: 1. * el consentimiento de las victimas nunca se va a tener en cuenta en la configuración de los delitos. 2. * Las personas prostituidas no deben ser penalizadas nunca Solo deben ser penalizados quienes explotan la prostitución. 3. * Los países no pueden reglamentar la prostitución ni someter a las personas prostituidas a ningún tipo de controles sanitarios, registros o exigirles carnet. 4. * Se prohíbe establecer prostíbulos, zonas rojas o lugares determinados o de encierro. Los Estados deben adoptar medidas para prevenir la trata y la prostitución. Para poder realizar el paradigma abolicionista es necesario concretar el Derecho a la igualdad que significa terminar con la desigualdad social, económica, sexual, política y cultural entre varones y mujeres para poner fin a la prostitución.. Para el abolicionismo la dignidad humana, la libertad, la igualdad y la justicia son presupuestos para toda su construcción normativa porque son pilares de los Derechos Humanos (DDHH). Dictar leyes que permitan reglamentar la desigualdad transformándola en valiosa viola la Constitución Nacional y los pactos internacionales de Derechos Humanos firmados por los países, (entre ellos la convención de 1949, la CEDAW (Convención contra toda forma de Discriminación hacia las Mujeres), el pacto interamericano de Derechos Humanos (pacto de San José de Costa Rica) , el tratado de Derechos Económicos Sociales y Culturales, entre otros). Por eso, decir que la prostitución es un “trabajo” o reglamentarla de cualquier otra forma va en contra de ese orden de los DDHH, de la misma manera que no se puede aceptar la esclavitud, aunque el esclavo diga que está de acuerdo con ser esclavo, porque se vulnera su dignidad humana. El nuevo abolicionismo, como es el establecido por ejemplo en los países nórdicos o Francia entre otros, apunta a la raíz del sistema prostituyente, ya que pone la responsabilidad en quien aporta el dinero para que todo ese mecanismo de violencia funcione: el cliente, prostituidor o putero, así como el establecimiento de políticas públicas para desalentar la demanda. En estos países se ha incluido la prostitución en las leyes contra la violencia hacia las mujeres por los daños que causa y desde allí se castiga a sus perpetradores. La libertad y la igualdad se logran según estas leyes estableciendo una política nacional de sanción al prostituidor, cliente o putero, restituyendo derechos a las personas prostituidas, y estableciendo políticas publicas de carácter nacional de prevención capacitación y educación, o sea concretando los principios abolicionistas. El prohibicionismo sanciona a todos y todas, las y los partícipes del sistema, incluyendo a las víctimas o personas prostituidas. El reglamentarismo, establece las normas a las que debe adecuarse la explotación sexual, la legisla, legalizando el derecho masculino a prostituir, la explotación de la prostitución ajena, la existencia de explotadores, proxenetas y demás tratantes, la instalación de prostíbulos, tanto sean de gran tamaño como los puti clubs o pequeños, como departamentos, whisquerias, cabarets, cooperativas, privados, casa de masajes etc., establece las zonas y lugares de ejercicio. Permite la organización de redes de explotación, que favorecen la trata, y del hecho que ha dado en llamarse “industria sexual” que transforma en legal esa explotación en gran escala. Somete a las personas prostituidas a controles sanitarios y administrativos permanentes, las obliga registrarse y tener un carnet que acredite su salud sexual. Esto sucede tanto en Alemania, Holanda o nueva Zelanda, países que se toman como modelos de reglamentarismo. Aunque con distintas denominaciones (reglamentación, legalización, laboracionismo, descriminalización) todos tienen las características similares y funcionamiento que señalé y las personas prostituidas pueden estar en relación directa de dependencia con los proxenetas, o pueden alquilar una habitación, como en las ventanas en el famoso barrio rojo de Ámsterdam o en las casa o departamentos que alquila el o la proxeneta devenidos ahora en locadores y donde se cobra una tarifa de uso. Las normas a las que deben ajustarse no son uniformes, ya que dependen del estado o municipio donde se encuentren, según la organización política del país, pero todas incluyen el registro. A los puteros no se les exige ningún tipo de control ni examen o carnet que acredite su salud sexual. Quienes no se registran son clandestinas, y el sistema se transforma en prohibicionista, con lo cual el nivel de explotación aumenta exponencialmente. En Alemania, por ej. Se estima que hay alrededor de 400.000 personas prostituidas, aproximadamente el 5% son nacionales y el resto son inmigrantes que no tiene residencia ni papeles de estadía. Para tener acceso a cualquier beneficio hay que tener residencia en Alemania y por supuesto aportar a seguridad social, para casos de enfermedad, el seguro social por desempleo. Considerar a la prostitución trabajo desvía el análisis de los problemas sociales, ideológicos y políticos que genera la desigualdad. Si analizamos el trabajo, vemos que es en general una necesidad social y un acto de la acción humana. El trabajo o el servicio domestico, con el que se la compara son socialmente necesarios porque permiten la reproducción de la vida y benefician a todos los seres humanos. La prostitución ¿es socialmente necesaria? A quienes beneficia su existencia? Es como si preguntáramos si la violencia contra nosotras en el interior de nuestras casas nos beneficia personal y colectivamente. En Argentina por ejemplo, se presenta como expresión de propagandizar estas formas de reglamentarismo a la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina, que dicen ser un sindicato, lo que es falso porque no tiene personería gremial y en el país tampoco hay patronal de proxenetas y tratantes para celebrar convenios colectivos . Reclaman simultáneamente “derechos laborales para las trabajadoras sexuales” y “trabajo sexual autónomo”. Los derechos laborales son para trabajadoras y trabajadores en relación de dependencia, que son quienes se sindicalizan. Por tanto, este pedido de derechos laborales y sindicalización encierra la legalización de los proxenetas, quienes devendrían entonces en empleadores. Las trabajadoras autónomas no tenemos sindicatos. Pero, ¿puede ser un trabajo, aún autónomo, la continua vulneración de las fronteras del cuerpo que resulta inherente a la prostitución? ¿Cómo reclamaríamos contra el abuso o el acoso sexual o el manoseo si ello forma parte de la actividad misma?.. (es)
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  • Quellen zur Geschichte der Menschenrechte (es)
  • Quellen zur Geschichte der Menschenrechte (es)
prop-es:título
  • El origen de la familia, la propiedad privada y el estado (es)
  • Not for sale: feminist resisting prostitution and pornography (es)
  • A comparison of pimps and batterers (es)
  • It's Wrong to Pay for Sex (es)
  • Prostitution in five countries (es)
  • Prostitution: factsheet on Human Rights violation (es)
  • Women's lives, men's law (es)
  • Konvention zur Unterbindung des Menschenhandels und Erklärung über Prostitution und Menschenrechte . (es)
  • Prostitution in Vancouver: violence and colonization of firs nation women (es)
  • El origen de la familia, la propiedad privada y el estado (es)
  • Not for sale: feminist resisting prostitution and pornography (es)
  • A comparison of pimps and batterers (es)
  • It's Wrong to Pay for Sex (es)
  • Prostitution in five countries (es)
  • Prostitution: factsheet on Human Rights violation (es)
  • Women's lives, men's law (es)
  • Konvention zur Unterbindung des Menschenhandels und Erklärung über Prostitution und Menschenrechte . (es)
  • Prostitution in Vancouver: violence and colonization of firs nation women (es)
prop-es:títulotrad
  • Convenio sobre la represión de la trata de personas y Declaración sobre la prostitución y los derechos humanos (es)
  • Prostitución en 5 países (es)
  • Convenio sobre la represión de la trata de personas y Declaración sobre la prostitución y los derechos humanos (es)
  • Prostitución en 5 países (es)
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  • Australia (es)
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  • El abolicionismo de la prostitución es un movimiento social y de derechos humanos que defiende a las personas prostituidas. El abolicionismo no persigue ni reprime a las personas prostituidas, al contrario busca mejorar sus condiciones de vida, reclama por la eliminación de las legislaciones que las penalizan y criminalizan. El sistema abolicionista surge en respuesta al reglamentarismo cuando en 1869, en Inglaterra se dicto la ley de enfermedades contagiosas que reglamentaban la prostitución y exigía a las mujeres prostituidas exámenes sanitarios, que no se exigía a nadie mas. Las feministas encabezadas por Josephine Butller exigieron su derogación hasta que la consiguieron. (Marta Fontenla 1) (es)
  • El abolicionismo de la prostitución es un movimiento social y de derechos humanos que defiende a las personas prostituidas. El abolicionismo no persigue ni reprime a las personas prostituidas, al contrario busca mejorar sus condiciones de vida, reclama por la eliminación de las legislaciones que las penalizan y criminalizan. El sistema abolicionista surge en respuesta al reglamentarismo cuando en 1869, en Inglaterra se dicto la ley de enfermedades contagiosas que reglamentaban la prostitución y exigía a las mujeres prostituidas exámenes sanitarios, que no se exigía a nadie mas. Las feministas encabezadas por Josephine Butller exigieron su derogación hasta que la consiguieron. (Marta Fontenla 1) (es)
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  • Abolicionismo de la prostitución (es)
  • Abolicionismo de la prostitución (es)
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