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- La Suelta de la Gata Negra es una fiesta que se celebra en Carasa, en el municipio de Voto (Cantabria), y está declarada de interés turístico regional. Se celebra cada 16 de agosto. Esta historia se remonta al año 1477 según documentos históricos oficiales, año en el que se originó la celebración. Ese año, una sequía asolaba la zona y amenazaba las cosechas en el pueblo. La leyenda cuenta que el alcalde de aquella época, Manuel Otero, trajo a una gata negra en procesión, con fama de tener poderes. Al soltarla, la gata fue hacia las mieses y las cosechas mejoraron por milagro. Desde entonces esa tradición es esperada en el pueblo cada año, el día de San Roque. Encerrada en un transportín, es montada en un carro adornado tirado por un burro, precedida por una orquestra, los niños del pueblo disfrazados y los vecinos. La gata negra es llevada a la plaza del pueblo, donde la esperan los vecinos para escuchar lo más destacado del pueblo durante este año. Un trovador nativo de Carasa aparece en el escenario para repasar, en rimas pícaras, los logros y hazañas transcurridos en el año, y con el efecto benéfico de aplacar bajo el tono del humor los conflictos vecinales. Al final de la ceremonia se tira la gata negra desde un balcón a dos metros de altura. Una vez en el suelo la gata huye asustada entre la muchedumbre. La tradición dice que si la gata va hacia la mies la cosecha será buena ese año; en cambio, si tira hacia el monte, la cosecha será mala. En los últimos años, asociaciones animalistas han denunciado este acto por maltrato animal. (es)
- La Suelta de la Gata Negra es una fiesta que se celebra en Carasa, en el municipio de Voto (Cantabria), y está declarada de interés turístico regional. Se celebra cada 16 de agosto. Esta historia se remonta al año 1477 según documentos históricos oficiales, año en el que se originó la celebración. Ese año, una sequía asolaba la zona y amenazaba las cosechas en el pueblo. La leyenda cuenta que el alcalde de aquella época, Manuel Otero, trajo a una gata negra en procesión, con fama de tener poderes. Al soltarla, la gata fue hacia las mieses y las cosechas mejoraron por milagro. Desde entonces esa tradición es esperada en el pueblo cada año, el día de San Roque. Encerrada en un transportín, es montada en un carro adornado tirado por un burro, precedida por una orquestra, los niños del pueblo disfrazados y los vecinos. La gata negra es llevada a la plaza del pueblo, donde la esperan los vecinos para escuchar lo más destacado del pueblo durante este año. Un trovador nativo de Carasa aparece en el escenario para repasar, en rimas pícaras, los logros y hazañas transcurridos en el año, y con el efecto benéfico de aplacar bajo el tono del humor los conflictos vecinales. Al final de la ceremonia se tira la gata negra desde un balcón a dos metros de altura. Una vez en el suelo la gata huye asustada entre la muchedumbre. La tradición dice que si la gata va hacia la mies la cosecha será buena ese año; en cambio, si tira hacia el monte, la cosecha será mala. En los últimos años, asociaciones animalistas han denunciado este acto por maltrato animal. (es)
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- La Suelta de la Gata Negra es una fiesta que se celebra en Carasa, en el municipio de Voto (Cantabria), y está declarada de interés turístico regional. Se celebra cada 16 de agosto. Esta historia se remonta al año 1477 según documentos históricos oficiales, año en el que se originó la celebración. Ese año, una sequía asolaba la zona y amenazaba las cosechas en el pueblo. La leyenda cuenta que el alcalde de aquella época, Manuel Otero, trajo a una gata negra en procesión, con fama de tener poderes. Al soltarla, la gata fue hacia las mieses y las cosechas mejoraron por milagro. (es)
- La Suelta de la Gata Negra es una fiesta que se celebra en Carasa, en el municipio de Voto (Cantabria), y está declarada de interés turístico regional. Se celebra cada 16 de agosto. Esta historia se remonta al año 1477 según documentos históricos oficiales, año en el que se originó la celebración. Ese año, una sequía asolaba la zona y amenazaba las cosechas en el pueblo. La leyenda cuenta que el alcalde de aquella época, Manuel Otero, trajo a una gata negra en procesión, con fama de tener poderes. Al soltarla, la gata fue hacia las mieses y las cosechas mejoraron por milagro. (es)
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