Las feministas estuvieron involucradas en la guerra civil española, aunque las condiciones de su participación tienen sus raíces antes de la Segunda República. El movimiento feminista en España comenzó durante el siglo XIX, con el objetivo de conseguir derechos para las mujeres y luchar para que pudieran aspirar a algo más que su lugar en el hogar. Con el apoyo de varias escritoras españolas, fue uno de los primeros movimientos feministas en introducir este pensamiento dentro del anarquismo. Frente a lo que trataba de hacer el feminismo en otros países, las feministas españolas trataban de conseguir sus objetivos en este período a través de la educación de las mujeres. Cuando las activistas trataban de introducir objetivos feministas en la vida política, por lo general de forma espontánea,

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  • Las feministas estuvieron involucradas en la guerra civil española, aunque las condiciones de su participación tienen sus raíces antes de la Segunda República. El movimiento feminista en España comenzó durante el siglo XIX, con el objetivo de conseguir derechos para las mujeres y luchar para que pudieran aspirar a algo más que su lugar en el hogar. Con el apoyo de varias escritoras españolas, fue uno de los primeros movimientos feministas en introducir este pensamiento dentro del anarquismo. Frente a lo que trataba de hacer el feminismo en otros países, las feministas españolas trataban de conseguir sus objetivos en este período a través de la educación de las mujeres. Cuando las activistas trataban de introducir objetivos feministas en la vida política, por lo general de forma espontánea, las iniciativas se veían rápidamente descartadas por los hombres. Margarita Nelken, María de la O Lejárraga y Carmen de Burgos fueron escritoras importantes de antes de la República que influyeron en el pensamiento feminista dentro de España. La dictadura de Miguel Primo de Rivera dio más oportunidades a que las mujeres se involucraran políticamente, con la elección de mujeres para el Congreso de los Diputados. Aunque sin éxito en aquel momento, también se dieron los primeros pasos hacia el sufragio femenino. La independencia femenina, organizada principalmente en Madrid alrededor del Lyceum Club, fue condenada por miembros de la Iglesia católica que la consideraba escandalosa. Las mujeres siguieron estando excluidas de las organizaciones políticas y laborales tales como el Partido Socialista Obrero Español o la Confederación Nacional del Trabajo. El feminismo de la República y de la Guerra Civil era típicamente cuestión de "doble militancia" y estaba muy influenciado por el anarquismo y por el compromiso con los avances sociales. Sin embargo, la emancipación de las mujeres se vio constantemente amenazada por los intentos por parte de los partidos de izquierda de evitar que sus oponentes tomaran el poder. La mayoría de los avances obtenidos, incluido el derecho al voto, el matrimonio civil, el aborto y el acceso al control de la natalidad se perdieron antes de la caída de la Segunda República. Clara Campoamor fue la principal defensora del sufragio femenino en este período. Durante la Guerra Civil, el feminismo izquierdista dominante adoptó a menudo un enfoque individualista para abordar las desigualdades, con batallas sobre si su autonomía debería ser personal o política. Mujeres Libres, fundada por Lucía Sánchez Saornil, Mercedes Comaposada y Amparo Poch y Gascón en mayo de 1936, se convirtió en una de las organizaciones más importantes para las feministas. Dolores Ibárruri se ganó el apodo de La Pasionaria mientras viajaba por el país para oponerse a las fuerzas franquistas, convirtiéndola en una de las voces feministas más visibles e importantes. Francisco Franco y sus fuerzas ganaron la Guerra Civil en 1939. Posteriormente, el feminismo dominante desapareció del discurso público, siendo reemplazado en gran medida por una forma opresiva de feminidad patrocinada por el Estado que no era más que el apoyo a los roles de género tradicionales que negaban la autonomía personal y política de las mujeres. Las normas de género tradicionales regresaron con fuerza. Los escritos de mujeres que se publicaron en el período de posguerra surgieron en gran medida de los trabajos de aristócratas como María Lafitte, la condesa de Campo Alanaga y Lilí Álvarez. Las obras de feministas republicanas de pre-guerra como Rosa Chacel y María Zambrano, que continuaron escribiendo en el exilio, fueron introducidas en España de contrabando. Como resultado de ello, las contribuciones que las mujeres y las feministas hicieron durante la Guerra Civil fueron en gran medida olvidadas. (es)
  • Las feministas estuvieron involucradas en la guerra civil española, aunque las condiciones de su participación tienen sus raíces antes de la Segunda República. El movimiento feminista en España comenzó durante el siglo XIX, con el objetivo de conseguir derechos para las mujeres y luchar para que pudieran aspirar a algo más que su lugar en el hogar. Con el apoyo de varias escritoras españolas, fue uno de los primeros movimientos feministas en introducir este pensamiento dentro del anarquismo. Frente a lo que trataba de hacer el feminismo en otros países, las feministas españolas trataban de conseguir sus objetivos en este período a través de la educación de las mujeres. Cuando las activistas trataban de introducir objetivos feministas en la vida política, por lo general de forma espontánea, las iniciativas se veían rápidamente descartadas por los hombres. Margarita Nelken, María de la O Lejárraga y Carmen de Burgos fueron escritoras importantes de antes de la República que influyeron en el pensamiento feminista dentro de España. La dictadura de Miguel Primo de Rivera dio más oportunidades a que las mujeres se involucraran políticamente, con la elección de mujeres para el Congreso de los Diputados. Aunque sin éxito en aquel momento, también se dieron los primeros pasos hacia el sufragio femenino. La independencia femenina, organizada principalmente en Madrid alrededor del Lyceum Club, fue condenada por miembros de la Iglesia católica que la consideraba escandalosa. Las mujeres siguieron estando excluidas de las organizaciones políticas y laborales tales como el Partido Socialista Obrero Español o la Confederación Nacional del Trabajo. El feminismo de la República y de la Guerra Civil era típicamente cuestión de "doble militancia" y estaba muy influenciado por el anarquismo y por el compromiso con los avances sociales. Sin embargo, la emancipación de las mujeres se vio constantemente amenazada por los intentos por parte de los partidos de izquierda de evitar que sus oponentes tomaran el poder. La mayoría de los avances obtenidos, incluido el derecho al voto, el matrimonio civil, el aborto y el acceso al control de la natalidad se perdieron antes de la caída de la Segunda República. Clara Campoamor fue la principal defensora del sufragio femenino en este período. Durante la Guerra Civil, el feminismo izquierdista dominante adoptó a menudo un enfoque individualista para abordar las desigualdades, con batallas sobre si su autonomía debería ser personal o política. Mujeres Libres, fundada por Lucía Sánchez Saornil, Mercedes Comaposada y Amparo Poch y Gascón en mayo de 1936, se convirtió en una de las organizaciones más importantes para las feministas. Dolores Ibárruri se ganó el apodo de La Pasionaria mientras viajaba por el país para oponerse a las fuerzas franquistas, convirtiéndola en una de las voces feministas más visibles e importantes. Francisco Franco y sus fuerzas ganaron la Guerra Civil en 1939. Posteriormente, el feminismo dominante desapareció del discurso público, siendo reemplazado en gran medida por una forma opresiva de feminidad patrocinada por el Estado que no era más que el apoyo a los roles de género tradicionales que negaban la autonomía personal y política de las mujeres. Las normas de género tradicionales regresaron con fuerza. Los escritos de mujeres que se publicaron en el período de posguerra surgieron en gran medida de los trabajos de aristócratas como María Lafitte, la condesa de Campo Alanaga y Lilí Álvarez. Las obras de feministas republicanas de pre-guerra como Rosa Chacel y María Zambrano, que continuaron escribiendo en el exilio, fueron introducidas en España de contrabando. Como resultado de ello, las contribuciones que las mujeres y las feministas hicieron durante la Guerra Civil fueron en gran medida olvidadas. (es)
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  • Las feministas estuvieron involucradas en la guerra civil española, aunque las condiciones de su participación tienen sus raíces antes de la Segunda República. El movimiento feminista en España comenzó durante el siglo XIX, con el objetivo de conseguir derechos para las mujeres y luchar para que pudieran aspirar a algo más que su lugar en el hogar. Con el apoyo de varias escritoras españolas, fue uno de los primeros movimientos feministas en introducir este pensamiento dentro del anarquismo. Frente a lo que trataba de hacer el feminismo en otros países, las feministas españolas trataban de conseguir sus objetivos en este período a través de la educación de las mujeres. Cuando las activistas trataban de introducir objetivos feministas en la vida política, por lo general de forma espontánea, (es)
  • Las feministas estuvieron involucradas en la guerra civil española, aunque las condiciones de su participación tienen sus raíces antes de la Segunda República. El movimiento feminista en España comenzó durante el siglo XIX, con el objetivo de conseguir derechos para las mujeres y luchar para que pudieran aspirar a algo más que su lugar en el hogar. Con el apoyo de varias escritoras españolas, fue uno de los primeros movimientos feministas en introducir este pensamiento dentro del anarquismo. Frente a lo que trataba de hacer el feminismo en otros países, las feministas españolas trataban de conseguir sus objetivos en este período a través de la educación de las mujeres. Cuando las activistas trataban de introducir objetivos feministas en la vida política, por lo general de forma espontánea, (es)