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- Se llama Etzalcualiztli al sexto mes del calendario del México prehispánico. Etzalcualiztli empezaba a 6 de junio, se celebraba la tercera fiesta de Tláloc. Para este instante, adornaban curiosamente el templo con juncos del lago de . En el largo camino de subida al cerro Citlaltepec, los sacerdotes usualmente pedían posada, alimentos o agua en las moradas de los habitantes de la falda de la montaña, ya que esta ceremonia era celebrada al inicio del verano, antes de las torrenciales aguas que evitarían el ascenso a la montaña más tarde. En el día de la fiesta comían todos cierto manjar llamado Etzahui, de donde el mes tomó el nombre de Etzalcualiztli. Llevaban al templo una gran cantidad de papel de color (doblado de tal manera que pudiera hacerse un nudo, y con varias piezas, una cuerda de nudos de papel) y de resina elástica, con la que untaban el papel y las gargantas de los ídolos para pegarlas en ellas a manera de collar. El árbol (ya fuera amate o cualquier otra especie) del cual se obtenía la corteza y la fibra para hacer el papel era protegido de su tala futura como agradecimiento. Después de la ceremonia, sacrificaban algunos prisioneros de guerra vestidos como Tláloc y sus compañeros (los tlaloques). Un sacrificio de un par de niños, uno de cada sexo, se hacía en un cenote o sumidero. Los cuerpos de víctimas de ahogamiento, lepra, hidropesía o por un rayo eran enterrados para encomendarlos a Tláloc, para germinar como una semilla. Todas las víctimas de estas muertes, incluidos aquellos de los dos tipos de sacrificio mencionados, irían al Tlalocan, el paraíso del árbol dador de frutos eternos. El sexto mes se representa con una olla para denotar un manjar que entonces comían y se llamaba etzahui. (es)
- Se llama Etzalcualiztli al sexto mes del calendario del México prehispánico. Etzalcualiztli empezaba a 6 de junio, se celebraba la tercera fiesta de Tláloc. Para este instante, adornaban curiosamente el templo con juncos del lago de . En el largo camino de subida al cerro Citlaltepec, los sacerdotes usualmente pedían posada, alimentos o agua en las moradas de los habitantes de la falda de la montaña, ya que esta ceremonia era celebrada al inicio del verano, antes de las torrenciales aguas que evitarían el ascenso a la montaña más tarde. En el día de la fiesta comían todos cierto manjar llamado Etzahui, de donde el mes tomó el nombre de Etzalcualiztli. Llevaban al templo una gran cantidad de papel de color (doblado de tal manera que pudiera hacerse un nudo, y con varias piezas, una cuerda de nudos de papel) y de resina elástica, con la que untaban el papel y las gargantas de los ídolos para pegarlas en ellas a manera de collar. El árbol (ya fuera amate o cualquier otra especie) del cual se obtenía la corteza y la fibra para hacer el papel era protegido de su tala futura como agradecimiento. Después de la ceremonia, sacrificaban algunos prisioneros de guerra vestidos como Tláloc y sus compañeros (los tlaloques). Un sacrificio de un par de niños, uno de cada sexo, se hacía en un cenote o sumidero. Los cuerpos de víctimas de ahogamiento, lepra, hidropesía o por un rayo eran enterrados para encomendarlos a Tláloc, para germinar como una semilla. Todas las víctimas de estas muertes, incluidos aquellos de los dos tipos de sacrificio mencionados, irían al Tlalocan, el paraíso del árbol dador de frutos eternos. El sexto mes se representa con una olla para denotar un manjar que entonces comían y se llamaba etzahui. (es)
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- Se llama Etzalcualiztli al sexto mes del calendario del México prehispánico. Etzalcualiztli empezaba a 6 de junio, se celebraba la tercera fiesta de Tláloc. Para este instante, adornaban curiosamente el templo con juncos del lago de . En el largo camino de subida al cerro Citlaltepec, los sacerdotes usualmente pedían posada, alimentos o agua en las moradas de los habitantes de la falda de la montaña, ya que esta ceremonia era celebrada al inicio del verano, antes de las torrenciales aguas que evitarían el ascenso a la montaña más tarde. (es)
- Se llama Etzalcualiztli al sexto mes del calendario del México prehispánico. Etzalcualiztli empezaba a 6 de junio, se celebraba la tercera fiesta de Tláloc. Para este instante, adornaban curiosamente el templo con juncos del lago de . En el largo camino de subida al cerro Citlaltepec, los sacerdotes usualmente pedían posada, alimentos o agua en las moradas de los habitantes de la falda de la montaña, ya que esta ceremonia era celebrada al inicio del verano, antes de las torrenciales aguas que evitarían el ascenso a la montaña más tarde. (es)
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