Ducado de Fernandina
El ducado de Fernandina (en italiano: ducato di Ferrandina)? es un título nobiliario originalmente napolitano y posteriormente hispano, con base territorial en la ciudad de Fernandina, en la región de Basilicata, sobre la que los duques ejercieron un dominio señorial hasta la abolición del feudalismo en el Reino de Nápoles, iniciada en 1806.
Alonso-Enrique González de Gregorio y Viñamata
Vincenzo Manfredi
Hidalguía
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Argo
Oficina del Impresor de la Dignidad Episcopal
Instituto de Estudios Bercianos
Attuario Cecere
Stamperia Simoniana
Consejería de Cultura y Turismo de Castilla y León
Hugo O'Donnell
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italiano
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Ubicación de Ferrandina en el mapa de Italia, en la actual provincia de Matera. La ciudad debe su nombre al rey Fernando I de Nápoles, apodado popularmente don Ferrante o don Ferrando.
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Juan Granai Castriota
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El ducado de Fernandina (en italiano: ducato di Ferrandina)? es un título nobiliario originalmente napolitano y posteriormente hispano, con base territorial en la ciudad de Fernandina, en la región de Basilicata, sobre la que los duques ejercieron un dominio señorial hasta la abolición del feudalismo en el Reino de Nápoles, iniciada en 1806. Primeramente, el rey Fernando el Católico lo concedió en 1505 a , II conde de Copertino y sobrino del célebre condotiero albanés Jorge Castriota, llamado Skanderberg. Cuando su hija la duquesa murió sin descendientes en 1548, Fernandina se reincorporó a la Monarquía Española, a pesar de las pretensiones sucesorias de su viudo y primo, . En 1569, el rey Felipe II de España volvió a erigir Fernandina en ducado a favor de García de Toledo Osorio, uno de los principales caudillos navales de su tiempo, virrey de Cataluña y de Sicilia, que ostentó el mando supremo de la flota del Mar Mediterráneo como , entre 1564 y 1568. La concesión de este feudo napolitano vino a saldar las deudas que con él tenía la Corona por salarios atrasados y diversos adelantos, además de premiar sus hazañas bélicas, en particular la conquista del Peñón de Vélez de la Gomera y el socorro al Sitio de Malta, isla que fue asediada por el Imperio Otomano en su vano intento de conquistarla, en 1565. García era el segundo hijo del virrey de Nápoles, Pedro de Toledo y de María Osorio Pimentel, II marquesa de Villafranca, y a la muerte de su hermano mayor Fadrique, pocos meses después de recibir Fernandina, se convirtió en IV marqués de Villafranca. El ducado pasó entonces a ser el título de los primogénitos de la casa de Villafranca, que se titularon duques de Fernandina mientras fuesen herederos del marquesado. Esta costumbre pervivió hasta la segunda mitad del siglo XIX, cuando los marqueses empezaron a utilizar con preferencia el título de duque de Medina Sidonia que habían heredado, y sus primogénitos el de conde de Niebla, propio de esta Casa. Sucedido hasta entonces de manera regular, el XIII marqués de Villafranca no cumplió con los nuevos trámites de sucesión nobiliaria introducidos por la reforma tributaria de 1845, y el título quedó vacante en España. Sí se le reconoció en el reino de las Dos Sicilias, el estado en que entonces radicaba Fernandina, y posteriormente, tras su unificación, en el reino de Italia. Así, en 1894 el Ministerio del Interior italiano reconoció oficialmente al XVIII duque de Medina Sidonia el título de duque de Fernandina, que ostentaron sus sucesores hasta la proclamación de la República Italiana en 1945. Quedó por tanto el ducado sin reconocimiento legal en ambos países, hasta que en 1993 el rey Juan Carlos I de España lo rehabilitó con grandeza de España en la persona de Pilar González de Gregorio, hija de la Luisa Isabel Álvarez de Toledo, XXI duquesa de Medina Sidonia, y a quien habían cedido sus derechos su madre y hermanos. Pilar lo ostentó hasta 2012, cuando le fue revocada la rehabilitación debido a una reclamación judicial de su sobrino . Éste, no obstante, no logró obtener el título para sí mismo por no cumplir los requisitos de la ley de rehabilitaciones de 1988, de modo que el ducado quedó definitivamente vacante en 2014.